La Organización Metereológica Mundial (OMM) ha alertado de que los gases de efecto invernadero en la atmosfera alcanzaron un nuevo record en 2018. Tal y como advirtió Petteri Taalas, secretario general de la OMM, "no hay signos de una desaceleración, y mucho menos una disminución, a pesar de todos los compromisos en virtud del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático".
La OMM también establece que se debe limitar el aumento de la temperatura media mundial lo más cerca posible del 1,5 °C.
En el Boletín de la institución meteorológica sobre los Gases de Efecto Invernadero, publicado este lunes, se informa de las concentraciones atmosféricas de este tipo de gases. Se entiende por emisión la cantidad de gas que va a la atmósfera y por concentración la cantidad que queda en la atmósfera después de las complejas interacciones que tienen lugar entre la atmósfera, la biosfera, la criosfera y los océanos. Aproximadamente una cuarta parte de las emisiones totales son absorbidas por los océanos y otra cuarta parte, por la biosfera.
El Boletín de la OMM, que es uno de los estudios previstos para la publicación antes de la próxima cumbre climática de la ONU en Madrid, revela que la concentración mundial de dióxido de carbono, el principal gas de larga duración en la atmósfera relacionado con la actividad humana, pasó de 405,5 partes por millón (ppm) en 2017 a 407,8 ppm en 2018.
"La última vez que se registró en la Tierra una concentración de CO2 comparable fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura era de 2 a 3 °C más cálida y el nivel del mar, entre 10 y 20 metros superior al actual”, explicó Taalas.