El ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, ha asegurado que ante una posible radicalización de protestas callejeras en el país, no hay que "asustarse" ante la idea de que solicite el decreto que durante la dictadura militar suspendió las garantías constitucionales.
En el marco de una conferencia de prensa en Washington, Guedes habló de la necesidad de prestar atención a los eventos en las naciones vecinas y de un llamado que realizó la izquierda en Brasil para salir a las calles coincidiendo con la reciente liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"Llamar al pueblo a que salga a la calles es un irresponsabilidad", criticó.
"Decir que hay que tomar el poder. ¿Tomar cómo? (....) ¿La democracia se da solo si tu lado gana? ¿Si el otro lado gana, con diez meses [en el Gobierno] ¿ya se pide tomar las calles? ¿qué responsabilidad es esa? Entonces, no se asusten si alguien pide el AI5 [Acto Institucional 5]", comentó.
Guedés volvió a desatar así la polémica que generaron el mes pasado unas declaraciones del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, Jair Bolsonaro, cuando afirmó que "si la izquierda se radicaliza" en el país, el Gobierno podría adoptar medidas dictatoriales.
El AI5 fue un decreto emitido en 1968 durante la dictadura militar y considerado uno de los más represivos, con el que se cerró el Congreso Nacional, se suspendieron todas las garantías constitucionales y se persiguió a periodistas y militantes contrarios al régimen.
Tras su declaración, el ministro se corrigió enseguida y dijo que sería inconcebible pensar en un acto de represión como ese. "Es inconcebible, la democracia brasileña jamás lo admitiría", rectificó.
Reacciones
El presidente del Tribunal Supremo, Dias Toffoli, recordó que AI5 es "incompatible con la democracia". "No se construye un futuro con experiencias fracasadas del pasado", comentó.
Mientras, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, criticó las declaraciones de Guedes y destacó que hay que tener "cuidado" a la hora de mencionar ese decreto. "Acaba generando inseguridad en todos nosotros, que nos preguntamos cuál es el propósito del uso recurrente de ese término", sentenció.
El mandatario brasileño no quiso comentar las declaraciones y tan solo destacó que el papel del ministro es "cuidar la política económica".