Alberto Fernández dice que no solicitará al FMI los 11.000 millones de dólares que restan del crédito a Argentina

Señaló que "la solución para los problemas" de Argentina "no es seguir tomando deuda".

El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, anunció este martes que no solicitará al Fondo Monetario Internacional (FMI) el monto pendiente por desembolsar, de 11.000 millones de dólares, del crédito otorgado por esta institución al país suramericano.

Fernández, quien asumirá la Presidencia de Argentina el próximo 10 de diciembre, dijo, en una entrevista en 'Radio con vos 89.9', que "la solución para los problemas" de su país "no es seguir tomando deuda".

"Si vos tenés un problema porque estás muy endeudado, creo que la solución no es seguir endeudándote", enfatizó el mandatario electo.

Señaló que no quiere "agrandar" más este problema de deuda de Argentina, sino que buscará resolverlo. Hizo mención al único acuerdo que le gustaría firmar con el FMI: "no me presten más plata, pero déjenme desarrollarme, para poder pagarles [...] discutamos el tiempo que necesito para volver a poner en marcha la economía, pero no me den más plata".

Aclaró que la economía argentina está paralizada hace más de dos años con la caída del consumo; por ello, dijo que hay que "volver a fabricar, dar créditos para que se reactive la producción, darle dinero a los jubilados para que consuman" y así reactivar el sistema económico.

¿Cuánto fue y qué pasó con el préstamo?

El acuerdo del FMI con el Gobierno argentino de Mauricio Macri alcanza los 56.300 millones de dólares. No obstante, se desembolsaron 44.300 millones de dólares, por lo que realmente quedarían 12.000 millones por liquidar.

En septiembre pasado estaba previsto un desembolso por 5.700 millones de dólares, pero se paralizaron tras la derrota de Macri en las elecciones elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), celebradas en agosto.

Según un informe oficial elaborado por el Ministerio de Hacienda, difundido este lunes, el 83 % del crédito fueron destinados a pagar deuda externa.

Del dinero enviado por el organismo internacional, solo quedan poco más de 1.900 millones de dólares.