A una semana de que comenzara el paro nacional contra el Gobierno del presidente, Iván Duque, los colombianos salieron este jueves a las calles con una variedad de instrumentos de percusión para acompañar las consignas de protesta.
La convocatoria 'Tambores a la calle' instó a cientos de percusionistas a poner ritmo a las protestas en Bogotá, convirtiendo la exigencia de las demandas sociales al Ejecutivo en una auténtica fiesta.
Desde las 17:00 horas, cientos de personas se reunieron en la calle 85 de la capital colombiana. Con un director que guió a los percusionistas, los colombianos gritaron una vez más: "Viva el paro nacional" y "resistencia".
Los manifestantes también guardaron un minuto de silencio por la muerte de Dilan Cruz, un joven de 18 años que falleció después de que un miembro del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) le disparara un proyectil tipo 'bean bag', con una escopeta calibre 12, en la cabeza. El asesinato de Cruz conmovió a los miles de manifestantes que se han sumado al paro nacional y que han exigido a Duque el fin de la represión.
En la jornada de este jueves, una manifestante llevó una pancarta en donde se leía: "Aquí se respira música, arte y lucha, aquí se respira paz".
Esta semana, los colombianos han realizado jornadas de 'velatón', 'cacerolazos' y un 'plantón sinfónico' en el Parque de los Hippies, en la localidad de Chapinero, en donde músicos de orquesta interpretaron melodías de Ludwig van Beethoven y clásicos regionales, como 'Colombia tierra querida', de Lucho Bermúdez.
Sin acuerdo
Pese a que Duque convocó a una Gran Conversación Nacional, tanto el Comité Nacional del Paro como el movimiento Defendamos la Paz anunciaron que no asistirán a la reunión citada por el Gobierno.
Para el próximo 4 de diciembre, se espera una nueva jornada de movilizaciones a nivel nacional.
Las organizaciones sociales han pedido al Gobierno de Iván Duque que establezca:
- Un salario mínimo que permita tener una vida digna y cubra la canasta familiar.
- Implementar los acuerdos de paz, que pusieron fin al conflicto armado con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
- Actuar frente a las crecientes amenazas de sectores paramilitares y los sistemáticos asesinatos a líderes sociales en la Colombia rural.
- Cumplir con las organizaciones indígenas, sindicales y estudiantiles los acuerdos que se han alcanzado en previas jornadas de protesta.