El célebre futbolista sueco Zlatan Ibrahimovic presentó una denuncia tras ser amenazado de muerte y convertirse en víctima de actos de vandalismo.
Y es que en Malmo, su ciudad natal en Suecia, los seguidores del club de fútbol local lanzaron bengalas y realizaron pintadas racistas y amenazantes en su contra.
En particular, vandalizaron una estatua del jugador, inaugurada hace tan solo dos meses, en la que escribieron: "¡Muere, gitano!".
Además, su casa registró daños cuando los autores del ataque escribieron "Judas" en la puerta de entrada y lanzaron arenques podridos contra la fachada.
El desencadenante de tales iras fue el anuncio de Ibrahimovic de que se había hecho accionista de un club de Estocolmo, la capital del país escandinavo.
Los aficionados del equipo local sostienen que el futbolista les ha dado la espalda e iniciaron una recogida de firmas para repudiarlo.
Las autoridades investigan los actos vandálicos, aunque de momento no se ha producido ningún arresto por el caso, detalla el portal deportivo Goal.com.