El presidente de EE.UU., Donald Trump, hizo este jueves una visita sorpresa a Afganistán, donde se reunió con su homólogo afgano, Ashraf Ghani, y celebró el Día de Acción de Gracias con las tropas estadounidenses destinadas en este país centroasiático.
A diferencia de lo que ocurrió con el viaje de Trump a Irak de las pasadas navidades, la Casa Blanca sí logró mantener en secreto este viaje hasta poco antes de que el presidente saliera de Afganistán para volver a EE.UU., informa Reuters. Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, la visita se planeó durante varias semanas y solo un pequeño círculo del mandatario estaba al tanto de la misma
El martes, el presidente llegó a su complejo privado de Mar-a-Lago acompañado por periodistas que siguen al presidente en sus viajes y que esperaban que Trump realizará una llamada a los militares el jueves, según lo marcaba su agencia oficial. Sin embargo, resultó que el mandatario fue hasta allí para felicitarlos personalmente.
"Es una zona peligrosa, y quiere apoyar a las tropas", explicó Grisham el motivo por el que la Casa Blanca decidió ocultar los planes de Trump.
Otro pequeño grupo de periodistas fue trasladado a la base de la Fuerza Aérea Andrews (estado de Maryland), donde se les informó que Trump se disponía a viajar a un lugar no revelado. A continuación, confiscaron a los periodistas todos los teléfonos inteligentes y cualquier dispositivo que pudiera enviar una señal, y no se los devolvieron hasta al menos dos horas después de la llegada de Trump a la base aérea de Bagram.
Durante el vuelo de 13 horas, nadie a bordo del avión tuvo acceso a sus teléfonos, incluido el personal de la Casa Blanca, dijo Grisham.
Según Fox News, el avión presidencial Air Force One despegó de EE.UU. con todas las luces interiores apagadas y las ventanas cerradas y aterrizó en Afganistán en una pista sin luces.
Asimismo, Grisham comentó que la Casa Blanca adoptó medidas para garantizar que la cuenta de Twitter del presidente publicara mensajes mientras el mandatario estaba en el aire.
En el discurso que pronunció ante los soldados norteamericanos en la base aérea de Bagram, Trump afirmó que EE.UU. sigue conversaciones con los talibanes y se mostró esperanzado de que las negociaciones terminen en un alto el fuego.
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