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Sancionan a un guardia civil tratado de héroe por inventarse que salvó a varios menores en una cueva incendiada
Los testigos desmintieron el falso rescate asegurando que el agente no llegó a entrar en la gruta, sino solamente se asomó a su interior cuando los menores lograron salir por su propia cuenta.
Un agente de la Guardia Civil destinado en la ciudad autónoma de Melilla (España), Brain Mohamed, fue suspendido de empleo y sueldo por diez días por el Tribunal Supremo del país por inventarse una heroica actuación relacionada con el rescate de varios menores de origen extranjero del interior de una cueva incendiada.
El falso rescate tuvo lugar el 16 de abril de 2017 mientras el uniformado participaba en una actuación contra unos menores que habían robado una mochila del interior de un vehículo.
Según relató a sus superiores y al delegado del Gobierno en Melilla, al llegar a una zona de cuevas se percató de que una de ellas presentaba signos de incendio, por lo que decidió entrar y rescatar a los menores que se encontraban en su interior con síntomas de intoxicación, informa la Cadena SER.
"No me lo pensé", declaró Mohamed a los medios, afirmando que entró dos veces a una gruta de la playa Ensenada de los Galápagos para sacar a los que se encontraban atrapados en su interior.
Por haber puesto supuestamente su propia vida en grave riesgo, Mohamed fue propuesto para recibir la Cruz del Mérito de la Guardia Civil, pero los testigos, entre ellos su compañero de patrulla y los menores supuestamente rescatados, desmintieron su versión de los hechos.
Según contaron estos, Mohamed no llegó a entrar en la cueva, sino que solo se asomó a su interior cuando los menores lograron salir por su propia cuenta. Además, recalcaron que su uniforme, lejos de presentar las manchas que produciría una actuación de ese tipo, estaba impoluto.
Confirmación de la sentencia
El Tribunal Supremo confirmó la sanción impuesta anteriormente por el teniente general jefe del Mando de Operaciones Territoriales, sosteniendo que existió "intencionalidad" en la mentira del guardia y, al no tratarse de un simple "error de apreciación o juicio ni a falta de conocimiento u olvido", se ve claramente "la intención de obtener un beneficio personal a costa de su mendacidad".
Por su parte, el agente alegó ante los magistrados que fue la propia Guardia Civil la que difundió los hechos y negó haber realizado ningún informe, porque carecía de competencia para elaborar el parte de servicio de aquel día.
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