En Argentina, una mujer adoptada durante su niñez consiguió dar con la identidad de su progenitor –ya fallecido– y, gracias a una prueba de ADN, recibió el derecho de ser considerada su heredera.
La mujer fue adoptada cuando tenía apenas un año de vida y cuando se hallaba en la adolescencia se reencontró con su madre biológica, quien le reveló el nombre de su padre. Según recogen medios locales, el Juzgado Civil de la ciudad de Goya, en la provincia de Corrientes, atendió su caso cuando reclamó su derecho a conocer su identidad biológica.
La mujer decidió presentar una demanda contra los herederos de quienes creía era su padre biológico, y una prueba genética de mutuo acuerdo con quien sería su hermana arrojó un 99.99 % de probabilidades de parentesco.
Con este resultado, el tribunal decidió que la mujer es hija biológica del hombre fallecido (del cual se tramita actualmente un proceso de sucesión) y, por lo tanto, tiene el derecho a ser considerada beneficiaria y la capacidad para ejercer sus derechos hereditarios.