Los avances en la investigación sobre la masacre contra las familias LeBarón y Langford, el pasado mes de noviembre, representan un riesgo para ellos mismos, informó este lunes Adrián LeBarón, a su salida de una reunión de más de dos horas con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, e integrantes de su gabinete de seguridad.
"Estamos contentos de los avances de la investigación, aunque está a medias, pero no podemos expresar (lo que nos informaron), está peligroso para nosotros mismos", declaró a medios locales al salir del Palacio Nacional, en Ciudad de México, antes de dirigirse hacia las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores para reunirse en privado con el canciller, Marcelo Ebrard.
Adrián LeBarón informó, además, que en un mes van a volver a encontrarse con López Obrador para actualizar el avance de las investigaciones y destacó que las autoridades están trabajando en su caso.
"El resultado es paciencia, porque están trabajando, y yo sí estoy listo para tener paciencia porque aquí se trata de reconstruir, no de destruir. Él (el mandatario mexicano) dice que está muy difícil y yo le doy la razón", manifestó.
El integrante de la comunidad mormona aclaró que aunque han recibido apoyo de EE.UU., pues las víctimas mortales contaban las nacionalidades mexicana y estadounidense, ellos nunca solicitaron la "intervención" de Washington en el país latinoamericano. "Aquí estamos diciendo nosotros que no somos enemigos de las autoridades, vamos a hacer de nuestra parte lo que se requiera", sostuvo ante la prensa.
Una primera reunión
"Es nuestra responsabilidad. Vamos a informarles de la investigación que se está realizando, del avance que ha habido", dijo López Obrador este lunes en su habitual conferencia de prensa, previo al encuentro programado para las 10:00 horas (local).
"Venimos en ánimo de recibir respuestas, contundentes. No sabemos qué esperar sino la respuesta de quiénes fueron, queremos saber quién dio la orden", dijo Julián LeBarón al llegar a Palacio Nacional, junto a 30 integrantes de ambas familias.
El pasado 4 de noviembre un grupo de hombres armados atacó a un grupo de mujeres y niños de una comunidad mormona en Bavispe cuando se dirigían a la comunidad de LeBarón, en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. La masacre, que costó la vida a seis niños y tres adultos, generó conmoción en el país latinoamericano.
Las víctimas tenían nacionalidad mexicana y estadounidense. Se cree que Los Jaguares, una facción del Cártel de Sinaloa, podrían estar detrás de la masacre, cuyo móvil todavía se desconoce.
Este domingo, el Ejército y la Policía Federal Ministerial de México informaron sobre el arresto de varios presuntos participantes en la masacre.
Sobre las detenciones, Julián LeBarón adelantó que las autoridades mexicanas les habían informado que las personas aprehendidas son del municipio de Janos, en Chihuahua.
La reunión entre el Gobierno mexicano y la familia LeBarón se da tras una semana de intercambio de declaraciones entre la Administración de López Obrador y la estadounidense, luego que el presidente Donald Trump reveló haber iniciado un proyecto de reforma de ley para declarar como terroristas a narcotraficantes mexicanos.
El Gobierno de México, en respuesta, ofreció a EE.UU. trabajar en un plan concreto de combate al narcotráfico, en lugar de ahondar en el "distanciamiento y antagonismo" binacional que genera la propuesta de Trump.