Votos tácticos, hastío y división frente al Brexit: guía para no perderte en las decisivas elecciones en el Reino Unido

Este jueves los británicos deciden su futuro político en unos comicios en los que el Brexit importa más que la ideología de cada partido.

El Reino Unido celebra elecciones en uno de los periodos más controvertidos de su historia reciente, y en medio de un clima social polarizado por el Brexit y marcado por el hastío de la ciudadanía británica ante la incapacidad de sus dirigentes para resolver el atasco en sus relaciones con la Unión Europea. 

Por ello, gran parte de los británicos acudirá este jueves a las urnas con la vista puesta en Bruselas y con la intención de depositar lo que los analistas locales llaman "un voto táctico", es decir, de otorgar su apoyo al partido que ofrezca su solución favorita al problema del Brexit, sea cual sea su ideología.

Debido a esta circunstancia, estos comicios no se reducirán a un clásico enfrentamiento mayoritario entre conservadores y laboristas (al menos en los términos tradicionales), ni servirán para medir las fuerzas de la izquierda y la derecha en el país: lo que se dirimirá principalmente en esta cita con las urnas es la postura predominante con respecto al Brexit. Dicho de otro modo, no serán otras elecciones de 'tories' contra laboristas, sino más bien de 'leavers' contra 'remainers'. 

Ello no significa, sin embargo, que las votaciones de este jueves puedan considerarse puramente un nuevo plebiscito sobre el Brexit ni una repetición virtual del referéndum, ya que los distintos partidos ofrecen posturas diversas frente a la cuestión y el voto se reparte de manera más compleja. 

Más allá del Brexit

Aunque la desconexión del Reino Unido de la UE es un tema central, determinante y completamente insoslayable en estas elecciones, hay otros asuntos sobre la mesa, a los que se ha prestado atención durante la campaña.

Uno de ellos es la defensa del NHS (National Health Service), el servicio nacional de salud del Reino Unido, en el marco de las negociaciones con otros países. En concreto, desde el Partido Laborista acusan al actual presidente, el conservador Boris Johnson, de estar dispuesto a "vender" la sanidad pública a inversores extranjeros, en el contexto de una hipotética negociación con EE.UU. de cara al establecimiento de su política comercial exterior. Johnson, por su parte, niega rotundamente esta acusación y la atribuye a una supuesta maniobra dialéctica del líder laborista para escamotear la ambigüedad de su postura frente al Brexit.

El calentamiento global y la emergencia ecológica que conlleva también han marcado la campaña electoral británica. Mientras la mayoría de los partidos exhiben sus propuestas para combatirlo, los conservadores y el Partido del Brexit han rehuido el asunto

Esta actitud evasiva quedó retratada en la ausencia de ambas formaciones en un debate sobre el cambio climático organizado por una televisión británica. Los atriles reservados a estos representantes en el plató de televisión fueron simbólicamente ocupados con sendas esculturas de hielo que se derretían a medida que transcurría el debate, en una significativa alegoría visual que remitía al derretimiento de los casquetes polares. 

Principales partidos y candidatos

Las formaciones con más posibilidades de acaparar una cantidad significativa de votos en estas próximas elecciones son las siguientes: 

¿Qué dicen las encuestas?

El claro favorito para ganar estas elecciones es el candidato conservador, Boris Johnson, que fue, por cierto, quien impulsó su convocatoria el pasado 29 de octubre. La mayoría de las encuestas le auguran más del 40 % de los votos, y una ventaja de entre 10 y 14 puntos sobre su inmediato competidor, el laborista Jeremy Corbyn. A este último las encuestas le dan alrededor del 30 % de los votos.

Para los liberal-demócratas, a pesar del entusiasmo de su líder Jo Swinson (que insiste en que aspira a presidir el país) los sondeos no le deparan más de un 14 % de los votos.

Muy descolgados aparecen ya el Partido del Brexit y el Partido Verde, a los que las predicciones otorgan un escaso 3 % o 4 % del apoyo del electorado. 

En términos de representación parlamentaria, los conservadores incrementarían su actual número de escaños (318) hasta alcanzar los 359, mientras los laboristas experimentarían una notable pérdida de más de 50 diputados: desde los actuales 262 a los 212. El Partido Liberal-Demócrata también perdería unos 6 escaños, quedándose en 13. 

Por su parte, el Partido Nacional Escocés  podría pasar de tener 35 diputados a 43, una cifra que podría ser determinante en caso de que no hubiera mayorías claras.

El sistema electoral británico

La manera en que funciona el sistema electoral del Reino Unido hace que las predicciones de las encuestas puedan quedar bastante desdibujadas con respecto a la realidad.

Y es que la nación está dividida en 650 distritos electorales, y en cada uno de ellos resulta vencedor un único diputado, haciendo que todos los votos destinados a los demás pierdan absolutamente su valor.

Los diputados elegidos conformarán la Cámara de los Comunes, en la que hace falta la mitad más uno (326) para que un partido tenga mayoría y pueda formar un gobierno. 

David Romero