Los niños de un conjunto residencial de la localidad colombiana de Bosa, Bogotá, se unieron en una ruidosa protesta y organizaron su propio cacerolazo en protesta por la ausencia de un lugar donde poder jugar. Salieron a la calle este jueves armados de carteles, ollas y cucharas, y continuaron al día siguiente.
Una residente local compartió en su cuenta de Twitter los videos de la marcha infantil y explicó que el parque del conjunto lleva más de tres años cerrado por una supuesta falta de recursos. Lo que echó más leña al fuego fue una reciente prohibición de jugar en los pasillos.
"Hace una semana enviaron circulares que decían que los niños no podían jugar en los pasillos. Y ellos respondieron así", señaló la mujer. Agregó que hace un año incluso montaron un bingo con venta de tamales para arreglar el parque, pero todo sigue sin cambios.
"Un vigilante me había dicho que lo iban a abrir y lo iban a mejorar, pero nunca han hecho eso y siempre como desde hace cuatro, tres años, me lo han prometido, y nunca nada", compartió su decepción con los adultos responsables de la reapertura del parque infantil una pequeña manifestante entrevistada por el Canal Capital. Ni siquiera les dejan correr por los pasillos, se quejó.
En su lucha por obtener un espacio donde poder jugar, los niños cuentan con el apoyo tanto de sus padres, como de los residentes locales que opinan que los menores se merecen una zona de recreo al aire libre. Sin embargo, la administración local no se apresura en resolver la cuestión que ya ha desembocado en una protesta, aunque organizada por los ciudadanos más pequeños.