El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la legislación paralela a la firma del acuerdo comercial T-MEC que se presentó ante el Congreso de EE.UU., y que plantea la existencia de inspectores en el tema laboral, es un asunto "clandestino" que no fue acordado dentro de las negociaciones trilaterales entre México, EE.UU. y Canadá.
La polémica surgió luego de que el Senado de México ratificó el acuerdo comercial y el viernes pasado se hizo pública una iniciativa de ley en el Congreso estadounidense que pretende ir más allá de lo firmado la semana pasada por los tres países norteamericanos.
"Es un proceso que sí está relacionado pero depende más de EE.UU. Se envió una ley a EE.UU. al Congreso para la supervisión de este tratado que habla de que cada seis meses pueden venir inspectores o que van a haber cinco inspectores, lo cual no se acordó en el tratado. Esto sale de manera clandestina, aunque tienen desde luego derecho, porque es un país libre, soberano, de presentar sus iniciativas y el Congreso aprobarlas, modificarlas o rechazarlas", dijo López Obrador en su conferencia matutina de este lunes.
"Sin embargo como este tema nos atañe, pues tenemos una postura al respecto. No tiene que ver con afectación al tratado que, repito, es un avance y ya se está tratando este asunto con el mismo método que hemos tratado en nuestras relaciones con EE.UU.: el método del diálogo para la cooperación y el desarrollo", agregó el mandatario.
"Expresa desconfianza"
Durante el fin de semana, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Jesús Seade, el principal negociador del T-MEC por parte de México, señaló que la iniciativa HR5430 que se discute en el Congreso de EE.UU., la cual pretende que haya cinco agregados diplomáticos laborales de EE.UU. en México, "ni es del tratado ni nos compromete".
En este sentido, Seade reconoció que la inclusión de dicha ley paralela al T-MEC "expresa desconfianza".
También envió una carta al representante comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, para manifestar su rechazo y preocupación por esa disposición. Además, una delegación mexicana encabezada por Seade viajó a Washington para discutir este asunto.
Ante la polémica, Seade expuso en Twitter la postura de México e indicó que no existe ninguna "letra chiquita" al acuerdo firmado, más allá de lo aprobado por el Senado mexicano.
Por su parte, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), respaldó a Seade y señaló que la iniciativa en el Congreso de EE.UU. para designar a agregados laborales no tendrá validez si no es aceptado por el Gobierno mexicano.
"Ningún país puede designar agregados laborales en México si nosotros, la SRE, no los acepta o autoriza", dijo Ebrard. "México no va a autorizar agregados", explicó el canciller.
El canciller señaló que EE.UU. tampoco será informado de la implementación de las leyes laborales mexicanas si no se retira la iniciativa para que el Gobierno estadounidense designe a 5 agregados laborales en territorio mexicano, para que informen sobre los avances y aplicación de las leyes laborales mexicanas.
"Un país no puede designar agregados si no cuenta con la aprobación del país anfitrión", remató Ebrard, quien aseguró que esperará a ver cómo avanzan la discusión de este tema en Washington antes de fijar una postura.