La Cámara Baja británica ha aprobado en segunda lectura un borrador promocionado por el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, que abre el camino para que ese país se retire de la Unión Europea el próximo 31 de enero e impide que el periodo de transición se extienda más allá de que acabe 2020.
La versión anterior de ese proyecto de ley indicaba que el periodo de transición duraría hasta dos años por consentimiento mutuo de Londres y Bruselas, pero el Partido Conservador cuenta con una amplia mayoría en la Cámara de los Comunes desde que ganó las elecciones del pasado 12 de diciembre y esto ha permitido a la formación del mandatario eliminar esa concesión a la oposición británica.
Así, los parlamentarios británicos han apoyado el proyecto en segunda lectura este 20 de diciembre con 358 votos, mientras que 234 legisladores se han opuesto.
Tras sacar adelante su iniciativa, Johnson ha indicado a los legisladores de Reino Unido que "es el momento" de que los británicos se unan para "escribir un nuevo y emocionante capítulo" en su historia, "forjar una nueva asociación" con sus "amigos europeos", mantenerse "firmes en el mundo" y "comenzar la curación que todas las personas" de su país "anhelan".
El Gobierno británico también ha eliminado cláusulas del borrador que se alineaban con la UE en cuanto a derechos laborales y asegura que se protegerán y "fortalecerán" cuando estén regulados por una legislación nacional al respecto.
El Partido Laborista británico no apoyó un proyecto de ley que su líder, Jeremy Corbyn, describió como "un ariete" que guiará a Reino Unido a un escenario de "mayor desregulación" y a establecer un acuerdo comercial "tóxico" con Estados Unidos.
Este proyecto de ley se volverá a debatir en la Cámara Baja británica el próximo 7 de enero y los legisladores de Reino Unido tendrán una semana más para votar la norma definitiva que pasarán a la Cámara de los Lores.
Si el plan de Boris Johnson tiene éxito, Reino Unido abandonará la UE de manera oficial el 31 de enero de 2020 y, a partir de ese día, Londres y Bruselas comenzarían a negociar en el ámbito comercial.