Este 16 de diciembre, el observatorio de neutrinos IceCube, localizado en el Polo Sur, detectó un flujo de neutrinos desde un área del espacio cósmico.
Apenas habían pasado 43 segundos cuando el observatorio LIGO/Virgo, en EE.UU., captó ondas gravitacionales provenientes desde la misma zona espacial.
Y otros 80 segundos después, el observatorio HAWC, en México, registró rayos gamma, originados también en el mismo sector.
El astrofísico estadounidense Daniel Hoak tomó nota de tal secuencia de eventos y a través de su cuenta de Twitter cuestionó su origen.
Hipótesis y discrepancias
De acuerdo con algunos científicos, estos tres fenómenos cósmicos podrían estar relacionados. Así, las ondas gravitacionales registradas pueden haber sido originadas por la fusión de un pequeño agujero negro y una estrella de neutrones. El flujo de neutrinos y la radiación gamma, captadas casi simultáneamente en la Tierra, teóricamente también podrían haber sido causados por dicha fusión.
Sin embargo, el hecho de que los tres fenómenos no fueron del todo simultáneos, sino que se manifestaron con 43 a 80 segundos de diferencia entre sí, pone en duda la hipótesis anterior.
"La secuencia de eventos parece extraña: no entiendo cómo es posible que 43 segundos antes de la fusión de una estrella de neutrones y un agujero negro (si fue eso lo que pasó), ocurra una explosión de neutrinos, y 80 segundos después de esa fusión se emitan fotones con una energía de aproximadamente 100 GeV", publicó Hoak en Twitter.
Fallo técnico excluido
A ese respecto, el astrofísico ruso Valeri Mitrofánov, profesor del Departamento de Física de la Universidad Estatal de Moscú y jefe del grupo científico de colaboración internacional LIGO, sostuvo en declaraciones a RT que las dudas de su colega estadounidense están justificadas. Explicó que las ondas gravitacionales, los rayos de neutrinos y la radiación gamma se propagan a la velocidad de la luz, y las discrepancias en el tiempo entre dichos fenómenos espaciales sugiere que no están directamente relacionados.
"Por el momento solo podemos suponer qué tipo de conexión puede haber entre ellos", señaló el científico ruso.
Para determinar las causas de este misterioso evento en el espacio, los especialistas de los tres observatorios —LIGO/Virgo, IceCube y HAWC— deberán verificar los datos y realizar un análisis exhaustivo. "Este trabajo científico puede tardar incluso meses", explicó.
Además, Mitrofánov subrayó que la diferencia en el tiempo de recepción de señales no puede explicarse por la falta de sincronización de los equipos u otro error técnico, ya que nada similar se había observado antes.
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