La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha expresado su preocupación por los reportes sobre el deterioro de la salud de Julian Assange, que permanece en prisión, y ha instado a liberar al periodista por razones humanitarias, reiterando su reprobación a la "continua persecución de Assange por sus actividades periodísticas, lo que sienta un peligroso precedente".
Dos meses antes de la audiencia en un tribunal de Londres sobre la extradición del fundador de WikiLeaks a Estados Unidos, prevista para el 24 de febrero, RSF ha denunciado la violación de los derechos fundamentales de Assange, quien "no ha tenido suficientes oportunidades para prepararse" para la comparecencia y cuyos abogados no han tenido "acceso adecuado" a su cliente en prisión.
La organización también ha condenado la decisión del Ministerio del Interior británico de dar luz verde a la solicitud de extradición de Assange a EE.UU. y ha exigido que se retiren los cargos que pesan sobre el fundador de WikiLeaks en territorio estadounidense en virtud de la Ley de Espionaje.
De acuerdo con una carta abierta del 25 de noviembre de más de 60 médicos de diversos países, Assange podría morir en prisión a menos que reciba atención médica urgente.
- El activista australiano permanece encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Londres, y afronta una solicitud de extradición por parte de EE.UU., donde enfrenta 18 cargos, 17 de ellos por presunta violación de la Ley de Espionaje, por la que podría recibir una condena de hasta 175 años de prisión.
- En su primera aparición pública en seis meses en octubre, el activista parecía confundido e incapaz de recordar su nombre y fecha de nacimiento. Al final de la audiencia, le dijo a la jueza que no había entendido lo que había sucedido en el tribunal. También se quejó de las condiciones en Belmarsh.