"Lo que pasó en América Latina a lo largo de todo este año de verdad hace recordar la definición ya olvidada del 'continente en llamas'", ha declarado en una entrevista concedida a la agencia TASS el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en referencia a los turbulentos procesos internos que estallaron en distintos países latinoamericanos.
Lavrov sostiene que cada situación tiene "sus propias razones y su propia dinámica", pero a su modo de ver, en medio de las tensiones en la región "generan una profunda preocupación los intentos de EE.UU. de reformatearla de acuerdo con sus intereses geopolíticos, en el marco de la teoría del 'caos controlado'".
"Partes integrantes de este curso han sido los esfuerzos para cambiar los regímenes indeseables y redirigir en dirección 'correcta' a los indecisos, disociar los procesos regionales de integración, imponer rígidos patrones neoliberales", ha detallado el canciller ruso, quien ha comparado la base ideológica de estos procesos con la doctrina Monroe.
Sin embargo, pasó algo con lo que el Gobierno estadounidense no contaba: sus planes empezaron a fallar, ya que "la región resultó ser más compleja y diversa que los cálculos simplistas de Washington", sostiene Lavrov.
"Por ejemplo, a pesar de un fuerte ahogamiento con sanciones y métodos de las 'revoluciones de colores', no consiguen lograr un 'blitzkrieg' en Venezuela, Cuba, Nicaragua", ha agregado.
Mientras tanto, la Administración de Donald Trump trata de inculpar a las "hostiles fuerzas externas", incluidas las de Rusia, por sus fallos en la política en torno a América Latina, ha indicado Lavrov.
Sobre las relaciones con EE.UU.: "No tenemos expectativas altas"
En lo que concierne al desarrollo de las relaciones con el Gobierno de Estados Unidos, el ministro de Exteriores ruso ha señalado que el Kremlin mantiene "un enfoque pragmático", no tiene "expectativas altas", y seguirá respondiendo "a los ataques hostiles en el caso de que sigan produciéndose de la parte estadounidense".
No obstante, Moscú opina que "no sería correcto posponer por tiempo indefinido la resolución de asuntos importantes" tanto para los dos países, como para todo el mundo, ha indicado Lavrov, refiriéndose al ámbito de la estabilidad estratégica de la que "Rusia y EE.UU. son especialmente responsables siendo las potencias nucleares más grandes".
En ese sentido, Lavrov ha recordado que el Gobierno ruso aboga por prorrogar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III, o Nuevo START) que expira en febrero de 2021.
"Después de que los estadounidenses desmoronaran el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto [INF, por sus siglas en inglés], es el último instrumento jurídico internacional que limita mutuamente las capacidades de misiles nucleares de nuestros países y asegura la previsibilidad en el control de armas", ha afirmado.
El ministro de Exteriores ruso también ha mencionado otra iniciativa para limitar armas nucleares por la que aboga Washington y que prevé la participación de China, pero el país asiático de momento no ha dado su consentimiento. Sin embargo, EE.UU. no ha presentado una visión concreta del potencial tratado y tampoco se ha podido conseguir el apoyo del Reino Unido y Francia, necesario para las negociaciones de este tipo, ha detallado.
"Tan pronto como tengamos ese proyecto, estaremos dispuestos a estudiarlo minuciosamente. Es obvio que las negociaciones, ya sean bilaterales o multilaterales, serán largas en cualquier caso", ha concluido Lavrov.
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