El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado en Twitter su intención de agilizar los procesos de adopción de una niña que fue abandonada el martes por su padres biológicos en la cuneta de una carretera en Ilopango (departamento de San Salvador) y rescatada por miembros de la Policía Nacional Civil.
De esta manera, el mandatario salvadoreño se ha comprometido a acelerar el "engorroso" proceso administrativo que conlleva la adopción de un menor en su país "si a alguna familia le interesa adoptar esta preciosura".
El anuncio de Bukele ha sido celebrado por el cuerpo nacional de policía y respondido por numerosos usuarios que han manifestado su interés en hacerse cargo de la recién nacida. En muchos casos, estos mensajes han obtenido una respuesta directa desde la cuenta oficial de la Casa Presidencial, que les instó a dejar un número de teléfono para ser contactados más adelante.
El presidente de El Salvador también se comprometió en su mensaje a sufragar los estudios de la hoy bebé hasta que termine una carrera universitaria.
Indignación y críticas
Aunque el gesto del mandatario ha logrado conmover a la mayoría de sus seguidores, también ha sido objeto de críticas entre quienes han visto en su acción una maniobra populista ajena a su función de presidente: la de legislar adecuadamente para lograr un sistema de adopciones eficiente y ágil.
En esta línea, un usuario valoraba la postura de Bukele indicando que "un estadista transforma el sistema de adopciones por ser deficiente y ayuda a muchos niños por años", y añadiendo que "Bukele como no lo es, casi rifa una niña por twitter por aplausos".
Otros usuarios, igualmente escandalizados por el proceder de Bukele, calificaban su anuncio de "burla de propaganda" o "estrategia sucia de marketing político".
Más allá de estas valoraciones sobre el supuesto fondo populista de la decisión del presidente, lo cierto es que su aplicación podría entrar en conflicto con los procedimientos vigentes de adopción existentes desde la entrada en vigor de la Ley Especial de Adopciones: actualmentehay unas 130 familias declaradas aptas para adoptar a la espera de que el Estado les asigne un menor, circunstancia que no ha impedido al presidente Bukele abrir lo que parece ser una nueva vía de concurrencia a través de las redes sociales.
Reconocimiento de un sistema deficiente
La historia de la pequeña Camila Navidad (como han decidido bautizarla sus rescatadores) ha puesto de manifiesto, en cualquier caso, unas deficiencias en el sistema de adopciones del país que el propio presidente reconoce abiertamente.
Tras calificar este sistema como "engorroso", el mandatario señaló la urgencia de "una nueva Ley de Adopciones, actualizada, moderna, rápida y que garantice el bienestar de la niñez" y señaló que "el despacho de la Primera Dama trabajará ese proyecto", para que "miles" de niños "puedan tener la bendición que tendrá Camila".
Sin embargo, esos "miles" de menores aún tendrán que esperar a que se haga efectiva la reforma prometida, mientras Camila Navidad obtiene una vía privilegiada debido a la polémica –y legalmente dudosa– decisión de Bukele.