Liberan en Australia a un pedófilo de 80 años que abusó durante años de sus dos hijas
Un pedófilo de 80 años que abusó sexualmente de sus dos hijas y de otras dos niñas ha salido de prisión esta semana en Queensland (Australia), aunque tendrá que vivir en un alojamiento supervisado seguro debido a que los psiquiatras estiman que existe la posibilidad de que reincida, informa Brisbane Times.
Los abusos tuvieron lugar entre 1973, cuando el hombre tenía 34 años, y 1985. Violó a sus dos hijas, denominadas E y L durante el proceso para proteger su identidad, cuando tenían entre cinco y 13 años. El hombre también agredió sexualmente a una tercera niña, AW, cuando tenía seis años, y a una cuarta víctima, a la que se refieren como B, que tenía entre 9 y 15 años y que él creía que era su hija.
El hombre fue condenado a 12 años de cárcel el 28 de octubre de 2008, y su fecha de liberación se fijó para el 2 de julio de 2019, después de tener en cuenta el tiempo ya cumplido. Había estado en la cárcel más allá de esa fecha por una orden provisional emitida en virtud de la Ley de presos peligrosos (delincuentes sexuales) de 2003.
El hombre fue condenado a 12 años de prisión en 2008, fijándose su fecha de liberación se fijó para el 2 de julio de 2019, tras descontar el tiempo que ya había cumplido mientras esperaba la sentencia. Sin embargo, permaneció en la cárcel más allá de esa fecha en virtud de una ley de presos peligrosos (delincuentes sexuales).
A finales de 2012, la salud del delincuente comenzó a deteriorarse, aparentemente por un principio de demencia.
Riesgo de reincidencia
Este año tres psiquiatras examinaron al hombre y calificaron de moderado a alto el riesgo de que reincidiera, por lo que recomendaron trasladarlo a un alojamiento seguro adecuado tras su liberación, además de una orden de supervisión.
Al decidir liberar al hombre este lunes bajo estricta supervisión, el juez Peter Davis aceptó estas consideraciones, además de señalar que la probabilidad de que cometa un nuevo delito contra niños aumentaría a medida que avanza la demencia del prisionero. Por lo tanto, determinó que, si bien el delincuente no puede ser liberado para vivir en sociedad, "puede y debe ser puesto en libertad bajo supervisión en un entorno seguro donde no tendrá acceso a niños".