Tras los hechos ocurridos en la embajada de México en La Paz, el gobierno de facto de Jeanine Áñez ordenó la expulsión de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, y del personal diplomático español acreditado en Bolivia, al que pertenecen la encargada de negocios, Cristina Borreguero y el cónsul, Álvaro Fernández.
Áñez explicó en una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno que su Ejecutivo "ha decidido declarar personas nos gratas" a los funcionarios mencionados, así como "al grupo de los presuntamente diplomáticos encapuchados y armados". La decisión adoptada por el Ejecutivo de facto incluye un plazo de 72 horas para que estas personas abandonen Bolivia.
Áñez ha especificado que "la conducta hostil, intentando ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia de México en Bolivia", de los supuestos encapuchados que escoltaban a la encargada de negocios de España en Bolivia, son hechos que no se pueden "dejar pasar".
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana instruyó a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, para regresar a su país, con el fin de "resguardar su seguridad e integridad", tras la expulsión.
La Embajada de México en Bolivia quedará a cargo de Ana Luisa Vallejo, actual jefa de Cancillería de la Misión, según informó el Gobierno mexicano en un comunicado, en el que también se indica que la representación diplomática del país continuará operando con normalidad en La Paz.
Al respecto, el analista político Jorge Richter estimó que las acciones del autoproclamado Gobierno de Bolivia en torno a los incidentes con México y España pueden llevar a la nación a un conflicto internacional.
El incidente en la embajada de México
El pasado viernes 27 de diciembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de facto de Bolivia denunció la presencia de presuntos encapuchados de la misión diplomática de España, que habrían intentado ingresar a la Embajada de México en La Paz.
Según la canciller de facto, Karen Longaric, durante la mañana de ese día, varias personas identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por encapuchados, "intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina" a la residencia diplomática de México en La Paz.
La Cancillería informó que el personal diplomático de la Embajada de España ingresó libremente a la residencia diplomática mexicana, pero la Policía habría frenado el ingreso de los vehículos a las instalaciones, alegando que la presencia de encapuchados "representaba una potencial amenaza".
Por su parte, el ministerio español de Asuntos Exteriores se mostró desde el mismo viernes dispuesto a iniciar una investigación sobre el incidente, tal como reflejó la dependencia en un comunicado.