El gobierno de España ha expulsado este lunes a tres diplomáticos bolivianos, en respuesta a la decisión de la presidenta de facto de ese país suramericano, Jeanine Áñez, de declarar personas 'non gratas' a dos pares españoles y a cuatro policías, a los que puso un plazo de 72 horas para abandonar el territorio, informó El País.
Entre los funcionarios españoles afectados está la encargada de negocios, Cristina Borreguero, y el cónsul, Álvaro Fernández.
Asimismo, Bolivia ordenó la expulsión de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, abriendo un conflicto diplomático con ambas naciones.
A qué se debe la reacción de Áñez
El pasado viernes 27 de diciembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de facto de Bolivia denunció la presencia de presuntos encapuchados de la misión diplomática de España, que habrían intentado ingresar a la Embajada de México en La Paz.
Según la canciller de facto, Karen Longaric, durante la mañana de ese día, varias personas identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por encapuchados, "intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina" a la residencia diplomática de México en La Paz.
Esto fue considerado por La Paz como una agresión contra la soberanía del país andino.
Por su parte, España argumentó que la visita realizada por su encargada de negocios a la sede diplomática mexicana "era exclusivamente de cortesía", y negó las acusaciones de Bolivia.
El viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España informó que abrirá una investigación para determinar qué fue lo que ocurrió.
La misma jornada, en horas de la mañana, María Teresa Mercado dio otra versión de los hechos. Desde su cuenta de Twitter, denunció que la policía boliviana había detenido el automóvil con placas diplomáticas donde viajaba la encargada de negocios y cónsul de España en el país andino.