El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, negó cualquier posibilidad de ofrecer un salvoconducto para que el extitular del Ministerio de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, salga del país tras permanecer desde noviembre pasado como refugiado en la Embajada de México en La Paz.
Murillo aseguró que la negativa se debe a que el exfuncionario del Gobierno del presidente depuesto Evo Morales es acusado de cometer delitos de sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo, durante los días que sucedieron el golpe de Estado.
"No va a tener nunca salvoconducto. Tiene un salvoconducto a la cárcel de Chonchocoro, es el único que está listo. Un delincuente no puede tener salvoconducto", dijo Murillo ante periodistas.
Actualmente, Quintana es uno de los nueve asilados en la sede diplomática de México en La Paz. Además de él, tres de los otros nueve refugiados bolivianos cuentan con órdenes de aprehensión.
Conflicto diplomático
Las tensiones diplomáticas entre México y el Gobierno de facto de Bolivia iniciaron desde que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, envió un avión a rescatar al presidente depuesto Evo Morales, a quien ofreció asilo político durante casi un mes.
Posteriormente, el 23 de diciembre, México denunció un asedio "sin precedentes" contra su Embajada en La Paz, lo cual derivó en un conflicto diplomático que incluyó una demanda del Gobierno mexicano ante la Corte de Justicia Internacional de Naciones Unidas, por violación de obligaciones diplomáticas.
Tras un incidente con funcionarios diplomáticos españoles, el Gobierno emanado del golpe en Bolivia ordenó expulsar a la embajadora mexicana en territorio boliviano, María Teresa Mercado, así como a la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero, y al cónsul, Álvaro Fernández.