Una mujer de Rumanía ha fallecido el pasado domingo después de que su cuerpo se quemara durante una cirugía, informan medios locales.
El pasado 22 de diciembre, los médicos del hospital de Floreasca, en Bucarest, le practicaron una cirugía a una paciente de 66 años que padecía cáncer de páncreas. Durante la intervención utilizaron un desinfectante, basado en alcohol.
Momentos después, cuando usaron un escalpelo eléctrico, el cuerpo de la mujer ardió. En un intento de impedir la propagación del fuego, una enfermera vertió un cubo de agua sobre la mujer, pero esta ya sufría quemaduras en el 40% del cuerpo que una semana después provocaron su muerte, señala The Guardian.
"Los cirujanos debían haber sido conscientes de que está prohibido usar desinfectante basado en alcohol durante procedimientos quirúrgicos realizados con un escalpelo eléctrico", declaró el viceministro Horatiu Moldovan. Al mismo tiempo, el ministro de Salud del país, Victor Costache, afirmó que las autoridades "esperan aprender de esta experiencia inquietante" para que el suceso no se repita en otro hospital y prometió hacer todo lo posible "para descubrir la verdad".
Por su parte, el político rumano Emanuel Ungureanu presentó este lunes una denuncia a la Fiscalía para que el suceso sea investigado y todos los culpables sean castigados. Mientras tanto, G4Media reporta que la acreditación del hospital en cuestión fue suspendida por 6 meses ya que el establecimiento no informó sobre el suceso en un plazo de 24 horas.