El papa Francisco quedó aparentemente irritado por el comportamiento de una mujer en una multitud congregada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, quien lo agarró de la mano cuando el sumo pontífice estaba saludando a los feligreses tras oficiar la última misa de 2019.
El papa logró soltarse y, como se puede observar en la grabación del incidente, le golpeó la mano a la mujer como reprimenda y se apartó con cara de irritación.