El presidente de Colombia, Iván Duque, informó este jueves que ordenó a una división del Ejército Nacional trasladarse al municipio de Bojayá, en el departamento del Chocó, para "verificar denuncias de la comunidad" sobre la presunta presencia de "grupos armados ilegales".
El Ejército, por su parte, señaló a través de un comunicado que se realiza una operación militar con más de 100 hombres enviados al lugar.
¿Qué sucede?
Según el Ejército, la población civil ha denunciado la presencia de integrantes de las Autodefensas Gaitanas de Colombia (AGC), mejor conocidas como el Clan del Golfo, específicamente en el corregimiento de Pogue, dentro del municipio de Bojayá.
La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz denunció que los paramilitares ingresaron al territorio en la tarde del 31 de diciembre. De acuerdo al diario El Tiempo, que cita a pobladores de la zona, se calcula que son unos 300 hombres y, además de la comunidad de Pogue, tienen confinados a pobladores de Corazón de Jesús, Loma de Bojayá y Cuia.
La Defensoría del Pueblo ya había emitido una alerta temprana, en abril del año pasado, que reiteró en octubre, sobre el confinamiento de "al menos 2.250 habitantes de las comunidades negras e indígenas del municipio de Bojayá", debido a una inminente confrontación armada entre grupos ilegales.
De acuerdo a la institución, además de operar en la zona el Clan del Golfo, también hacen vida los miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
¿Qué es el Clan del Golfo?
El Clan del Golfo es una organización conformada por narcotraficantes, exparamilitares y excombatientes de distintos grupos guerrilleros, surgida tras las desmovilizaciones de paramilitares entre 2003 y 2006, y que actualmente controla cerca del 45 % del tráfico de drogas en Colombia, según un análisis de los académicos Juan Carlos García-Perilla y Carlos Andrés Rodríguez-Beltrán, de la Universidad Militar Nueva Granada.
Según el Ejército, producto de las operaciones militares realizadas en el último año, "las estructuras armadas del Clan del Golfo en esta región se han visto afectadas de manera contundente".
Además de la captura de 37 miembros de esas organizaciones criminales y la baja de otros dos, el Ejército asegura que fueron destruidos 1.147 galones de base de coca y 16 laboratorios para el proceso de estupefacientes.
Reacciones ante la toma
Algunos políticos y artistas colombianos, así como voceros foráneos han opinado acerca de la situación que se vive en esta región, en uno de los departamentos más pobres de Colombia.
El senador Iván Cepeda Castro lamentó que el año comience con este cerco a Bojayá, y agregó: "es la acción de las fuerzas enemigas de la paz a las que derrotaremos quienes defendemos la vida y la no violencia en Colombia".
"Efectivamente la fuerza que se toma Bojayá es puramente narcotraficante pero con fuertes alianzas con sectores del estado y la política. Es un paramilitarismo narcotraficante, como lo ha sido en los últimos 40 años", dijo el excandidato presidencial Gustavo Petro.
Por su parte, la cantante y productora del Chocó Gloria Emilse Martínez Perea, conocida como 'Goyo', señaló: "esto se sabía, la gente lo advirtió y pidió ayuda pero esta nunca llegó".
La cantautora colombiana Adriana Lucía pidió enfocarse en esta situación y "exigirle al Gobierno que haga presencia urgente para que no se repita la barbarie".
Incluso Peter Ptassek, embajador de Alemania en Colombia, se pronunció: "No dejen solos a los ciudadanos de Bojayá. No hay espacios vacíos en la política, la pregunta es, quién los ocupa. Importantísimo que sea el Estado soberano y las instituciones democráticas. Así se evita el retorno de la violencia", dijo.
El recuerdo de una masacre
En Bojayá aún está fresca una masacre vivida el 2 de mayo de 2002, cuando una pipeta (cilindro bomba) lanzada por miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al interior de la iglesia principal, causó la muerte de 79 personas.
El hecho ocurrió en un enfrentamiento, de varios días, entre esa guerrilla y grupos paramilitares que operaban entonces en la zona.
En 2015, durante las conversaciones de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano, el grupo guerrillero pidió perdón a Bojayá por esta masacre.
Aunque, para el pueblo de Bojayá, este hecho fue responsabilidad compartida entre las FARC, los paramilitares del Bloque Elmer Cárdenas y del Estado colombiano, según consigna la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.