La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, renueva su directiva: ¿por qué es importante?

El presidente del parlamento se elige con la mayoría simple de los diputados. El quórum mínimo es de 84 y el opositor Juan Guaidó espera contar con esos apoyos para repetir como jefe del Parlamento.

Este domingo se instala un nuevo periodo legislativo en la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, parlamento unicameral dominado por una mayoría opositora, tras la victoria electoral de la derecha en diciembre del 2015.

Según la Constitución, el Parlamento debe instalarse el 5 de enero de cada año y tener dos periodos de trabajo anuales: el primero culmina el 15 de agosto, fecha en que los Parlamentarios inician un descanso de un mes; mientras que el segundo inicia el 15 de septiembre y termina el 15 de diciembre.

Sin embargo, el periodo legislativo de 2019 cerró el pasado 17 de diciembre con una sesión extraordinaria, en que la mayoría opositora decidió modificar el reglamento de funcionamiento interno, con el propósito de permitir que los diputados que se encuentran fuera del país participen en las sesiones, vía Skype, incluyendo la votación de este domingo.

¿Qué se elige?

La AN tiene una junta directiva integrada por un presidente, un primer vicepresidente y un segundo vicepresidente, así como secretario y subsecretario, que son electos anualmente con la presencia mínima de la denominada 'mayoría absoluta' o simple (mitad más uno de los legisladores, es decir, 84 diputados).

Actualmente, el presidente del parlamento es Juan Guaidó. La primera vicepresidencia está en manos de Edgar Zambrano y la segunda es de Stalin González, y de los 167 legisladores, 112 pertenecen al bloque opositor y 55 son chavistas. 

Sin embargo, la conformación de ese quórum ha sido objeto de polémica desde la instalación del Parlamento, en 2016, luego de que se introdujera una denuncia por presunto fraude en los comicios legislativos del estado Amazonas. Por esa razón, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) pidió que no incorporaran al Hemiciclo a los cuatro diputados electos de ese estado indígena: tres opositores y un chavista.

Pero, pese al dictamen del TSJ, los parlamentarios indígenas fueron incorporados -y desaforados- varias veces, lo que motivó a un conflicto entre los poderes Legislativo y Judicial que aún no se ha resuelto. Como consecuencia, desde entonces, casi todas las resoluciones votadas en el Parlamento por la mayoría opositora han sido declaradas nulas por el máximo tribunal.

La reincorporación del PSUV

Ante los permanentes choques entre el Parlamento y el TSJ, que dificultaron la gobernabilidad en Venezuela, la bancada del chavismo decidió retirarse del Hemiciclo en abril de 2017, con la promesa de volver a asistir cuando la oposición decidiera "salir del desacato". 

No obstante, la AN siguió sesionando únicamente con los legisladores opositores. En 2019, sin embargo, se produjo un punto de inflexión con la llegada de Guaidó, quien no solo asumió la jefatura del órgano legislativo, sino que se autoproclamó como "presidente encargado" del país, con el respaldo inmediato de EE.UU.

Guaidó prometió llamar a elecciones y propiciar la salida del presidente Nicolás Maduro del poder, incluso con una fallida intentona golpista a finales de abril, pero en Venezuela no hubo llamado a las urnas ni cambio de mando en Miraflores. En mayo de 2019, sin embargo, se abrió un proceso de diálogo entre el gobierno y los partidos políticos opositores minoritarios, lo que permitió que los 55 diputados del chavismo volvieran al Parlamento el 24 de septiembre del 2019. La primera decisión conjunta fue la creación de una comisión destinada a designar un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE).

Las posibilidades de Guaidó

Cuando la oposición venezolana asumió la mayoría del Parlamento, en enero del 2016, las organizaciones firmaron un acuerdo político que establecía que los diputados de los 17 partidos pequeños, casi todos con uno y hasta cuatro representantes, podrían encabezar la directiva del Hemiciclo en 2020.

Sin embargo, una parte de estos partidos minoritarios decidió recientemente dejar que Guaidó se postulara a la reelección, lo que no implica que votarán por él.

El presidente del parlamento en Venezuela se elige con la mayoría simple de los presentes, siendo el quórum mínimo de 84 respaldos, el número que necesita Guaidó para ser reelecto.

Hoy, de los 112 diputados opositores, más de 20 están fuera del país (en las embajadas paralelas creadas por el autoproclamado gobierno de Guaidó o en la clandestinidad, prófugos de la justicia venezolana).

No obstante, en teoría, Guaidó contaría con 93 votos, el número de apoyos que obtuvo la reforma parcial al Reglamento Interior y de Debate, aprobada durante la última sesión de la AN.

Sin embargo, los partidos minoritarios jugarán un papel clave. Por ejemplo, los diputados pertenecientes a la fracción 16 de julio condicionaron su voto a Guaidó solo si cumple sus promesas. Mientras, la bancada opositora Cambiemos -que tuvo una activa participación en el diálogo con el Gobierno- tampoco ha dicho abiertamente cuál será su votación.

La jugada del voto virtual

La AN aprobó el pasado 17 de diciembre una reforma de los artículos 12, 43 y 56 del Reglamento Interior y de Debates para permitir que los legisladores puedan votar de forma virtual, una maniobra dirigida a los diputados en el exterior.

Esta jugada le permitiría a Guaidó contar con el respaldo seguro de 19 diputados principales y 8 suplentes, que en la actualidad están fuera del país.

Si a estos se les suma el respaldo de los diputados a quienes el TSJ les allanó la inmunidad parlamentaria por su participación en el golpe de Estado frustrado del 30 de abril, podrían ser otros tres votos. 

"El motivo de la modificación es ofrecer a los diputados que se encuentran en el exilio el cumplimiento de sus funciones parlamentarias, a través de las tecnologías de la información y la comunicación", indicó el Parlamento en un comunicado.

Esta movida de Guaidó ha sido apoyada incluso por el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para el Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak, quien dijo a través de su cuenta en Twitter que los diputados opositores "deben estar habilitados para votar por el presidente de la Asamblea el 5 de enero, ya sea en persona, a través de un apoderado o de forma remota".

No obstante, antes del debate y la aprobación de la modificación del reglamento, los diputados de la bancada del chavismo se retiraron del plenario por estar en desacuerdo con la reforma, con el argumento de que el cambio contravenía lo establecido en la Constitución.

De hecho, dos días después, el TSJ de Venezuela declaró nula la reforma del reglamento interno de la AN. "No existe en el derecho ni en el mundo ningún parlamento virtual. Todos tienen sede y exigen la presencia física de los diputados", dijo el presidente de la Sala Constitucional del TSJ, Juan José Mendoza, en la lectura de la resolución judicial.

Por estas razones, este 5 de enero es decisivo para la oposición y la política venezolana.

Jessica Dos Santos