Este miércoles, dará inicio en Ciudad de México la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con cancilleres y representantes de los países de la región.
El país anfitrión asumirá la presidencia pro tempore de la Celac en un momento de incertidumbre económica y política en la región, en el que se perfilan grandes diferencias entre los bloques de naciones respecto a la crisis social en Bolivia y el refugio de Evo Morales en Argentina; la situación en Venezuela; y la incesante injerencia de Washington en los asuntos latinoamericanos.
Los secretarios y ministros de Relaciones Exteriores de al menos 28 países han confirmado su asistencia a la cumbre, que dará inicio en una ceremonia encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en el Palacio Nacional de Ciudad de México.
Tensión con Bolivia
Como prueba de la tensión diplomática entre México y Bolivia, el Gobierno de facto del país andino no enviará representantes a la Celac 2020, argumentando que la Administración de López Obrador violó las normas de la cumbre al convocar a reunión cuando era turno del país que deja la presidencia pro tempore, en este caso, Bolivia.
Aunque México argumentó que la decisión fue tomada por consenso durante la 74º Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, en el fondo de ese desencuentro está la postura de López Obrador de ofrecer asilo al mandatario depuesto Evo Morales, actualmente refugiado en Argentina, y el no reconocimiento al Gobierno de facto de Jeanine Áñez.
En este complejo panorama, el Gobierno de Fernández busca por su parte encabezar un liderazgo regional progresista junto con López Obrador, como lo demostró la reunión que sostuvieron en noviembre pasado durante la primera visita oficial del presidente electo argentino.
No obstante, Ciudad de México y Buenos Aires han chocado con la postura de la mayoría de países que conforman el Grupo de Lima: Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
Venezuela
Argentina y México se han desmarcado de la postura de los países del Grupo de Lima, cercanos a los intereses de Washington, respecto a la crisis política en Venezuela.
Los dos países ubicados en los polos opuestos de la región han hecho un llamado al diálogo entre las fuerzas políticas de Venezuela, aunque lamentaron que el domingo pasado en la Asamblea Nacional (AN), actualmente en desacato, se registraran algunos actos de hostigamiento en la conformación de la nueva junta directiva, presidida inicialmente por Luis Parra y luego ignorada por el diputado opositor Juan Guaidó, quien entró a la fuerza a la sede del Parlamento el martes para juramentarse como "presidente reelecto" de la Asamblea Nacional (AN) y mandatario "interino" del país, una vez más.
Elección OEA
La cumbre Celac 2020 también podría ser determinante en la dirección de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), a celebrarse el próximo 20 de marzo de 2020.
El actual secretario general, el uruguayo Luis Almagro, buscará reelegirse con el apoyo de Washington. No obstante, la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa y el exembajador peruano Hugo de Zela intentarán sumar apoyos en Ciudad de México de cara a la renovación de ese cargo.
Llamado a la unidad
Al anunciar la organización de la cumbre Celac, la Cancillería mexicana ha hecho un llamado a la "unidad latinoamericana". Sin embargo, ese deseo de cohesión parece estar lejos aunque la región tiene fuerza en su conjunto, con una población aproximada de 624 millones de personas, que genera 7,1 % del PIB mundial.
Para el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, la cumbre de la Celac representa una oportunidad para "forjar logros concretos" en beneficio de la comunidad, que abonen a "la integración regional latinoamericana y caribeña".
Constituida en 2011 en Caracas, Venezuela, para promover el desarrollo de los 33 países de América Latina y el Caribe, en el seno de ese foro se han firmado hasta el momento 164 acuerdos de libre comercio bilateral y multilateral.
La Celac 2020 podría ser la punta de lanza de una mayor integración regional que permita modificar la "desaceleración económica generalizada", estimada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en un reciente informe.
Para este 2020, el organismo estima un crecimiento económico en promedio de 1,3 %. "De proseguir este escenario, el septenio 2014-2020 sería el de menor crecimiento económico en la región en los últimos 40 años", advirtió la Cepal.
José Beltrán
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