El Gobierno de facto de Bolivia informó este miércoles que serán investigadas 592 autoridades del Ejecutivo del dimitido presidente de Bolivia, Evo Morales.
El anuncio lo hizo el ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, quien adelantó que entre los investigados se encuentra el propio Morales, miembros de la cúpula del Movimiento al Socialismo (MAS), familiares, exministros, exviceministros, exjefes de gabinete, exautoridades de organismos públicos y empresas estatales, que hayan tenido funciones entre 2006 y noviembre de 2019.
Coimbra adujo que esta acción se toma por la necesidad que tienen los países de recuperar los activos que hayan sido producto de delitos de corrupción, terrorismo y narcotráfico.
Del mismo modo, aseveró que se espera "tener algún reporte" de las investigaciones en tres meses para así identificar y recuperar activos en el extranjero.
¿Quiénes están incluidos?
El ministro de Justicia de facto se negó a adelantar los nombres de los que serían parte de las indagatorias, pero expresó que en la lista entran "todas las autoridades jerárquicas del órgano Ejecutivo", es decir, "expresidente, exvicepresidente, exministros y exjefe de Gabinete" y quienes ya tengan abiertos procesos penales.
De igual modo, utilizando la definición de "personas expuestas políticamente", utilizada por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) para definir a quienes han desempeñado funciones públicas, dijo que en la investigación se incluía a políticos de alta jerarquía, funcionarios gubernamentales, judiciales, militares, altos ejecutivos de empresas estatales y funcionarios importantes de partidos políticos.
Según explicó, la investigación busca determinar quiénes son las "personas que han cometido delitos de corrupción y que han desviado los recursos públicos (...) y estén ahora en el extranjero".
Coimbra explicó que se creó un grupo conformado por el Ministerio de Justicia, la Procuraduría General de Estado, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Fiscalía General del Estado y el Ministerio de Gobierno "para lograr la recuperación de activos en el extranjero".
Morales, quien se encuentra en Argentina en calidad de refugiado, luego de que saliera de su país el 11 de noviembre con destino a México, tras el golpe de Estado en su contra, tiene un orden de prisión abierta por parte de la Fiscalía que lo señala de estar incurso en los supuestos delitos de "sedición", "terrorismo" y "financiamiento al terrorismo".
El Gobierno de facto, presidido por la autoproclamada Jeanine Áñez, ha abierto investigaciones y detenido a personas relacionadas con Morales previamente. Estas acciones han sido catalogadas por el exmandatario como "terrorismo".