Putin y Erdogan tachan de "arriesgado" e "ilegal" el asesinato de Soleimani y rechazan las acciones de EE.UU. en el golfo Pérsico
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, calificaron el asesinato del general iraní Qassem Soleimani a manos de EE.UU., de acto "arriesgado" e "ilegal", y mostraron su rechazo a este tipo de acciones de Washington en el golfo Pérsico, según lo expresó en rueda de prensa este miércoles Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso.
"Los presidentes discutieron la situación en el golfo Pérsico como resultado de las acciones ilegales y muy arriesgadas de EE.UU. en Irak contra ciudadanos iraníes, incluido Soleimani", explicó Lavrov al término de la reunión entre ambos líderes celebrada en Estambul antes de inaugurar el gasoducto Turkish Stream.
En la misma línea, Putin y Erdogan expresaron su profunda preocupación por la escalada de tensión en la zona y aseguraron que el asesinato del general iraní es un acto que busca desestabilizar la región.
Durante su reunión los mandatarios también conversaron sobre el estado de las relaciones bilaterales y diversos asuntos internacionales. Erdogan anunció que Moscú y Ankara desarrollarán juntos nuevos proyectos, y ha recordado que Rusia sigue siendo el proveedor clave de gas para Turquía.
Incertidumbre en Oriente Medio
La situación en la región se ha vuelto explosiva desde que el pasado jueves un ataque aéreo lanzado por el Pentágono en Bagdad acabara con la vida de 12 personas, entre ellas Soleimani y el líder de Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis.
La madrugada de este miércoles Irán atacó con 22 misiles balísticos dos bases aéreas iraquíes que albergan tropas estadounidenses, en respuesta al asesinato de Soleimani. La Guardia Revolucionaria iraní indicó que la Operación Mártir Soleimani tuvo como objetivo "la base de las fuerzas terroristas e invasoras de EE.UU.".
Asimismo, amenazó con atacar a los aliados de Washington en la región, particularmente Kuwait, Baréin, Arabia Saudita, Jordania e Israel, si EE.UU. emprende alguna acción agresiva.
Varios medios iraníes indicaron que unas 80 personas habrían muerto tras estos ataques, mientras los equipos militares de EE.UU. resultaron "severamente dañados". También indicaron que Teherán tiene listos otros 100 objetivos si Washington decide tomar alguna medida de represalia.
Tras los ataques, el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó: "¡Todo está bien!", al tiempo que anunció que se evalúan los daños ocasionados por los ataques. "¡Tenemos el Ejército más poderoso y mejor equipado del mundo!", alardeó el mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter. Por su parte, Alemania, Dinamarca y Noruega afirmaron que ninguno de sus soldados en Irak ha muerto o resultado herido.
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