Un equipo de astrónomos ha descubierto la estructura de gas más grande de la Vía Láctea, con una extensión de 9.000 años luz de largo y 400 años luz de ancho. La región, donde se hallan viveros de estrellas nuevas, se eleva y desciende unos 500 años luz respecto al disco galáctico como una onda.
Tras el descubrimiento en el siglo XIX del Cinturón de Gould, que alberga en su seno a multitud de estrellas jóvenes, el mundo científico tenía una idea sobre este tipo de estructuras. Ahora, los expertos señalan muchas de las 'guarderías estelares' que se creía que pertenecían a este cinturón forman parte en realidad de esta onda.
"El Sol se encuentra a solo 500 años luz de la onda en su punto más cercano", afirmó el autor principal del estudio, el profesor de la Universidad de Viena (Austria) João Alves, cuyas palabras recogió este martes la web de la Universidad de Harvard (EE.UU.), donde impartió una conferencia sobre el descubrimiento. "Ha estado frente a nuestros ojos todo el tiempo, pero no podíamos verlo hasta ahora", explicó.
Alves admitió que desconoce qué fue lo que moldeó exactamente su forma ondulada, a la que comparó con una oleada producida en un estanque por un objeto externo: "como si algo extraordinariamente masivo aterrizara en nuestra galaxia". El equipo estima que nuestro Sol "interactúa con esta estructura" y específicamente lo hizo cuando el Sistema Solar experimentó "un festival de supernovas cuando cruzó [la nebulosa de] Orión hace 13 millones de años" y dentro de otros 13 millones de años volverá a cruzar la estructura como si estuviera "surfeando la ola".
El descubrimiento fue bautizado como 'Onda Radcliffe' y se hizo posible gracias a los datos recabados por el observatorio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea, que mide las distancias y velocidades de más de mil millones de estrellas de nuestra galaxia. Al hallazgo contribuyeron también investigadores de la Universidad de Harvard dedicados a analizar y mapear el conjunto de datos disponibles sobre el Cinturón de Gould y su entorno.
La hipótesis que contemplan los expertos es que todas las estrellas del universo se formaron en regiones muy parecidas a esta estructura. "La existencia misma de la onda nos está obligando a repensar nuestra comprensión de la estructura 3D de la Vía Láctea", afirmó la astrónoma Alyssa Goodman, profesora de Harvard.