Canciller de Venezuela: "EE.UU. busca acabar con el gobierno de Maduro desde la Asamblea Nacional"
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, denunció este jueves que EE.UU. ha presionado a un grupo de países de la región para que apoyen acciones que buscan el establecimiento de un Gobierno de transición en Venezuela, a través de la Asamblea Nacional y de sanciones unilaterales.
Arreaza, en una rueda de prensa desde la sede de la Cancillería en Caracas, leyó extractos de una nota diplomática que habría enviado la Embajada de los EE.UU. a los países del Caribe, el pasado 17 de diciembre, y que fue filtrada al Gobierno venezolano.
En esa nota estaba anexado un documento titulado "Los EE.UU. requieren el apoyo para las elecciones de la Asamblea Nacional, elecciones libres y justas", donde se afirmaba que se encontraban "los puntos de vista" del Gobierno de ese país sobre Venezuela, "la importancia del apoyo de la comunidad internacional" y los "pasos claves" que habría que dar en esos venideros comicios.
"Rápida transición negociada"
Esta rueda de prensa coincide con las declaraciones del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien ha pedido una "rápida transición negociada" en Venezuela con miras a las elecciones presidenciales, no previstas hasta 2025, y las legislativas.
Pompeo ha dicho que el país suramericano "se enfrenta a una encrucijada" en este año y que "una rápida transición negociada a la democracia es la vía más eficaz y sostenible hacia la paz y la prosperidad".
Entre los planteamientos del secretario de Estado se encuentra la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Ambos poderes públicos desconocidos por el Gobierno estadounidense.
Por otra parte, en el más reciente proceso de diálogo abierto entre la Administración de Maduro y un sector moderado de la oposición ya se había incluido el cambio de autoridades del árbitro electoral venezolano, con miras a las parlamentarias de este año.
¿Qué dice la nota diplomática?
Arreaza afirmó que en este documento donde Washington pide "apoyo" a países de la región, "está dirigido a intervenir en los procesos políticos de Venezuela", con referencia a las elecciones legislativas, cuya fecha aún no ha sido definida por las autoridades electorales y que se llevarán a cabo este año.
En el escrito, la Embajada estadounidense dice que la "meta" de ese país es "buscar un Gobierno de transición que lidere unas elecciones libres y justas", a través del apoyo a la AN, y aplicando "presión diplomática y económica contra el antiguo régimen de Maduro".
El titular de Relaciones Exteriores venezolano considera que la búsqueda de un "Gobierno de transición", figura que no existe en la Constitución venezolana, pero que ha sido asumida de manera inconstitucional por el diputado Juan Guaidó en el seno de la AN en desacato, procura una situación similar a la de Bolivia.
EE.UU. afirma, además, que sus "medidas de presión" buscan que "las partes se mantengan en la mesa de negociación en buena fe", y que las sanciones han logrado el acercamiento entre el Gobierno y la oposición, lo que ha sido negado por Arreaza, quien manifestó que ha sido el mandatario del país suramericano el que ha propiciado los acuerdos con grupos no radicales del antichavismo.
Este texto se requería además que los países que lo recibieran lo consignarán, para manifestar su adhesión, hasta el pasado 2 enero para luego ser publicado oficialmente el 5 de este mes. Esto, según el canciller, no ha ocurrido hasta los momentos.
La Administración de Trump reconoció al diputado opositor Juan Guaidó como "presidente encargado", inmediatamente después de que se hubiera autoproclamado en una plaza, el pasado 23 de enero de 2018. A partir de esta acción, Washington intensificó las medidas punitivas contra Venezuela a través de bloqueos de las cuentas del Estado en el exterior, sanciones a miembros de los poderes públicos venezolanos, congelación de activos en el exterior de empresas estratégicas, como la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Sanciones y transición
En el texto se ratifica la posición estadounidense de utilizar las sanciones en contra Venezuela como una forma de acelerar la salida de Maduro y el establecimiento de un Gobierno de transición.
"El propósito de las sanciones es dejar claro que Maduro no puede seguir dilatándose sin consecuencias y que él y sus partidarios deben involucrarse a la mesa de diálogo de manera productiva si quieren que sean levantadas", leyó Arreaza.
El canciller afirmó que EE.UU. "impone un bloqueo para tratar de hacer sufrir a un pueblo", con referencia a los obstáculos que ha tenido el Estado venezolano para honrar sus compromisos en el exterior y para adquirir los bienes necesarios para la población.
De igual manera, se refirió a los 400 millones de dólares aprobados por el Congreso estadounidense para "ayudar en la crisis venezolana". "Son recursos para la oposición venezolana para que puedan seguir desestabilizando", opinó.