El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se convirtió en el primer líder mundial en acusar directamente a Irán del derribo no intencional del Boeing ucraniano sobre Teherán, citando informes de inteligencia.
"Tenemos inteligencia de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestra propia inteligencia. La evidencia indica que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní. Esto bien puede haber sido involuntario", aseveró el mandatario.
Sus comentarios se hacen eco de los del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien apuntó anteriormente que tenía "sospechas" sobre el accidente del Boeing ucraniano en Irán. Destacó que "alguien podría haber cometido un error", sin dar más detalles.
Una versión similar maneja el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, que indicó que entre las posibles causas del accidente aéreo está un ataque de misiles. Aunque, también contempla las hipótesis de un ataque terrorista o la explosión del motor debido a un fallo técnico.
"Rumores ilógicos"
Por su parte, el jefe de la Organización de Aviación Civil de Irán, Ali Abedzadeh, calificó de "rumores ilógicos" las versiones que han dado varios medios y funcionarios en Occidente sobre el presunto derribo, con misiles del Boeing ucraniano.
"Científicamente, es imposible que un misil golpee el avión ucraniano, y tales rumores son ilógicos", sostuvo Abedzadeh.
Hasta ahora, la hipótesis que maneja las autoridades iraníes es que el avión se incendió en el aire antes de estrellarse.
Abedzadeh señaló que las causas se sabrán al conocer la información que contienen las cajas negras que, según dijo, descifrarán con la ayuda de los países de los fabricantes del Boeing y sus motores.
El vuelo 752 de Ukraine International Airlines se estrelló a los pocos minutos de despegar del Aeropuerto Internacional Imán Jomeini en Teherán. Las 176 personas a bordo murieron, entre ellos 82 iraníes, 63 canadienses y 11 ucranianos.
Pocas horas antes de ese accidente, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica realizó ataques aéreos contra dos bases que albergan fuerzas estadounidenses en Irak, como represalia por el asesinato del general Qassem Soleimani la semana pasada.