Una investigación de la Revista Semana arrojó que algunas unidades del Ejército de Colombia han realizado escuchas de conversaciones de periodistas, políticos, magistrados y altos mandos de la Fuerza Armada.
El semanario colombiano afirma que tuvo acceso a "fotografías, documentos secretos, videos de seguimiento y más de una docena de fuentes directas", que demostrarían que las llamadas 'chuzadas' o escuchas ilegales hechas por organismos del Estado se estarían llevando a cabo en el Gobierno de Iván Duque.
Ante esta publicación, la Fiscalía delegada ante la Corte Suprema de Justicia abrió una investigación para determinar si el anterior comandante del Ejército, Nicacio Martínez, tenía conocimiento de esas acciones que se desarrollaron en la institución, recoge BLU Radio.
El mandatario colombiano afirmó días atrás, en una visita al departamento del Chocó, que en su Administración había "cero tolerancia" con conductas inconstitucionales de integrantes de la Fuerza Pública.
En esta ocasión, Duque afirmó instruyó a su ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, para que realizara las investigaciones pertinentes "y donde haya manzanas podridas, llevarlos a que se les apliquen sanciones ejemplares", según El Espectador.
Este lunes, el ministro de Defensa confirmó que, "de hallarse irregularidades", el gobierno aplicará "sanciones ejemplares" para los responsables, al tiempo que rechazó "cualquier tipo de persecución, seguimientos o interceptación ilegal en el país".
"Solamente se tuvo conocimiento de esos hechos cuando se leyó el artículo que es hoy de conocimiento público", aseguró Holmes Trujillo durante una rueda de prensa en la que estuvieron también los comandantes de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, y del Ejército, general Eduardo Zapateiro.
¿Quiénes participaron?
De acuerdo a Semana, las interceptaciones fueron hechas por batallones de ciberinteligencia, pertenecientes a las brigadas de inteligencia militar y al Batallón de Contrainteligencia de Seguridad de la Información (Bacsi), adscritos al Comando de Apoyo de Inteligencia Militar (Caimi) y al Comando de Apoyo de Contrainteligencia Militar (Cacim).
Uno de los suboficiales entrevistados, cuyo nombre no fue revelado, aseguró que recibían "órdenes que venían directamente desde el comando sin ningún tipo de requerimiento o documentos", y que las 'chuzadas' se hicieron durante un año.
Entre las supuestas escuchas se encuentra la magistrada Cristina Lombana, quien hasta 2019 llevaba el caso de manipulación de testigos contra Álvaro Uribe, por el que quedó formalmente vinculado al proceso que adelanta la Corte Suprema. Según el informante, la orden partió desde el Centro Democrático, partido fundado por Uribe al que pertenece Duque.
Las chuzadas no son un tema inédito en Colombia. En 2009, durante la gestión de Uribe, el desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) hizo interceptaciones de políticos opositores, periodistas y magistrados, según otra investigación de Semana. Por ese hecho fue detenida la directora del organismo, María del Pilar Hurtado, además de otros altos cargos.
Más irregularidades
El artículo recoge que durante varios meses Martínez ordenó entregar equipos tácticos móviles, conocidos como StingRay, a dos coroneles, uno de ellos retirado. "Sabemos que fueron utilizados para actividades políticas", aseveró la fuente, y agregó que después de tres meses los devolvieron sin ningún registro en su interior.
Entre los investigados se encontrarían los propios periodistas de Semana, según imágenes tomadas en sitios públicos y que fueron aportadas por los entrevistados.
En el inventario para las escuchas, el Comando de Apoyo de Inteligencia Militar (Caimi) posee una plataforma tecnológica llamada 'Hombre Invisible', que permite interceptar llamadas y conversaciones de WhatsApp y Telegram Web, descargar diálogos de chat archivados o borrados, fotos y todo lo que se encuentra en la memoria de la máquina infectada.
Persecuciones
Según la publicación, en las filas del Ejército se desató una persecución contra quienes no quisieran participar en las chuzadas. Algunos habrían sido retirados de sus cargos por negarse a formar parte de estas actividades ilícitas.
El pasado 27 de diciembre, el presidente anunció que el comandante del Ejército dejaba su cargo "por razones personales". Fue reemplazado por el general Eduardo Zapateiro.
Meses atrás, Martínez se vio vinculado en un escándalo en la cúpula militar colombiana por el presunto encubrimiento de la muerte de civiles a manos de militares o 'falsos positivos', hace más de diez años, según un trabajo periodístico de AP.