Reino Unido, Francia y Alemania —firmantes del acuerdo nuclear de 2015— han declarado este martes que las acciones de Irán respeto al pacto "tienen implicaciones de proliferación no reversibles", según informa Reuters.
Los tres países europeos anunciaron además que han activado el mecanismo de disputa por el incumplimiento de Teherán de los términos del acuerdo, pero indicaron que no se unirán a la campaña de EE.UU. para ejercer la máxima presión sobre la nación persa.
"No aceptamos el argumento de que Irán tiene derecho a reducir el cumplimiento del acuerdo nuclear", explican los firmantes su decisión, la cual podría conducir a sanciones de la ONU.
"Hacemos esto de buena fe con el objetivo general de preservar el acuerdo nuclear y con la sincera esperanza de encontrar una manera de resolver el estancamiento a través de un diálogo diplomático constructivo, mientras se preserva el acuerdo y se mantiene dentro de su marco", reza la declaración conjunta de Reino Unido, Francia y Alemania.
Ataque de represalia tras el asesinato
El pasado 5 de enero, Teherán anunció que eliminaría los límites que le impiden enriquecer uranio, pero subrayó que continuaría cooperando con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La medida se produjo tres días después de que EE.UU. realizara un ataque en el aeropuerto de Bagdad (Irak), en el cual fue asesinado el importante general iraní Qassem Soleimani y otras 11 personas.
Como represalia a este asesinato, la República Islámica lanzó el pasado miércoles un ataque con decenas de misiles balísticos de corto alcance contra dos bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses.
Horas después de este ataque, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ofreció un discurso en el que dijo que su país continuará ejerciendo "la máxima presión" sobre Irán e impondrá "sanciones económicas adicionales". Asimismo, pidió a la OTAN involucrarse más "en el proceso de pacificación de Oriente Medio" y solicitó a Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia romper el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 con Teherán para renegociar un nuevo pacto.
Acuerdo nuclear de 2015
La reducción de los compromisos bajo el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) por parte de la República Islámica empezó como respuesta a la retirada unilateral de Washington en mayo de 2018 y la imposición de sanciones al país persa.
Teherán ha instado a la Unión Europea a que brinde alivio a las amplias sanciones impuestas por Washington. Las autoridades iraníes han advertido repetidamente que reducirán gradualmente sus compromisos si esto no sucede. En ese sentido, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, anunció en mayo pasado que su país dejaría de cumplir con dos puntos del pacto.
A principios de julio, Irán activó la primera fase de esta estrategia al suspender la venta de uranio enriquecido y el excedente de agua pesada, como lo estipulaba el JCPOA. La segunda fase ―enriquecimiento de uranio a más del 3,6 %, el nivel establecido por el convenio― se realizó poco después.
A principios de septiembre, Irán dio un tercer paso en su progresivo alejamiento de sus compromisos derivados del acuerdo nuclear internacional. El país puso en funcionamiento 20 centrifugadoras IR-4 para enriquecer uranio en vez de las 10 que están permitidas en virtud del JCPOA.
Luego en noviembre pasado, Rohaní anunció que Teherán da un nuevo paso para reducir sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear y empieza a inyectar gas en 1.044 centrifugadoras que se encuentran en el complejo nuclear de Fordow. En el marco del acuerdo nuclear del 2015, a Teherán se le permite poner en marcha las centrifugadoras en cuestión, pero deben girar sin el uso de gas.
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