El asesinato a tiros de otro líder social enciende las alarmas en Colombia
El asesinato de un nuevo líder social en Colombia ha elevado las alertas sobre la responsabilidad del Estado en el resguardo de la población en medio de la violencia, cuando ya la cifra de asesinados ha llegado a 17 en lo que va de año.
La tarde del lunes, el líder campesino y coordinador deportivo comunal colombiano Jorge Luis Betancourt Ortega fue asesinado de tres tiros en su vivienda en el municipio de Montelíbano, en el sur del departamento de Córdoba. Los agresores habrían ingresado a su casa, donde vivía con su esposa y tres hijos.
Betancourt, de 42 años, era coordinador de deportes de la junta de acción comunal del corregimiento San Francisco del Rayo, en el mencionado municipio, según información de la Fundación Cordobexia, organización que registra y acompaña los procesos sociales de campesinos en el sur del departamento.
Otro líder social asesinado, esta vez en zona rural de Montelíbano, en el sur de Córdoba. Se trata Jorge Luis Betancourt Ortega, de 42 años, Líder campesino y coordinador de deportes de la Junta de Acción Comunal del corregimiento San Francisco del Rayo. #SOSLideresSocialespic.twitter.com/uOoHr6jJ9p
— Duvan Suárez Bohórquez (@DuvanSuarezB) January 14, 2020
Según el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, alrededor de 270 líderes del departamento han sido amenazados.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en lo que va de año, 17 luchadores sociales y excombatientes han sido asesinados.
Incumplimiento de los acuerdos de paz
En entrevista con RT, el periodista colombiano Ramón Jimeno afirmó que los repuntes de las cifras de asesinatos de líderes en lo que va de año se debe a que el Gobierno de Duque ha hecho que se torne "muy difícil" cumplir con los acuerdos de paz, establecidos en 2016 entre el Estado colombiano y las extintas FARC.
En esos acuerdos, firmados en La Habana, se había establecido que el Estado ocuparía las zonas abandonadas por la guerrilla para evitar que las bandas delincuenciales y de narcotraficantes se albergaran allí. "Esa parte del Gobierno no la cumplió", explica.
"Los asesinos, los grupos paramilitares, los disidentes de las FARC, los narcotraficantes están eliminando a los líderes sociales", ratificó.
Llamado de la ONU
Frente a este repunte acelerado de la violencia contra líderes sociales y excombatientes, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, a través de su portavoz, Mart Hurtado, ha manifestado su preocupación por el significativo número de defensores de los derechos humanos que han sido asesinados en 2019.
"Llamamos al Gobierno para que investigue cada uno de los casos y enjuicie a los responsables", ha afirmado el organismo en una publicación en Twitter.
#Colombia: Estamos profundamente preocupados por el significativo número de defensores de #DDHH asesinados en 2019. Llamamos al Gobierno para que investigue cada uno de los casos y enjuicie a los responsables, incluidos los responsables de incitar, instigar y ayudar violaciones. pic.twitter.com/QdZrJ7stOi
— UN Human Rights (@UNHumanRights) January 14, 2020
La oficina que dirige Michelle Bachellet ha registrado 107 asesinatos de líderes comunitarios durante 2019 y se encuentra analizando trece casos que ocurrieron el mismo año que, de ser confirmados, llevarían la cifra a 120. En 2018 se registraron 115 víctimas, según la Oficina de Derechos Humanos en Colombia.
"Esta tendencia no muestra desaceleración en 2020", ha dicho la portavoz, que afirma que ese organismo posee la cifra de 10 activistas asesinados.
Al borde de otro conflicto
Por su parte, el director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González, ve necesaria la presencia de un relator de genocidio en el país suramericano y la actuación del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En la misma línea, el facilitador de los acuerdos de paz, Henry Acosta, ha advertido que Colombia se encuentra al borde de un segundo conflicto con la amenaza de las disidencias de los grupos armados de dedicarse a la guerra urbana.
Previamente, el jefe de la misión de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, había afirmado que "la paz no se logrará plenamente mientras las valientes voces de los líderes sociales sigan siendo silenciadas por la violencia" y mientras excombatientes sigan siendo asesinados.
Hasta la primera semana de septiembre, 155 líderes sociales habían sido asesinados en el país suramericano mientras que desde 2016, cuando se firmaron los acuerdos de paz entre el Gobierno y las extintas FARC, han sido ultimadas 777 personas, según un informe de (Indepaz).