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Jameneí da su primer sermón en ocho años y asegura que los ataques de Irán contra objetivos de EE.UU. muestran "la mano de Dios"
La última vez que el ayatolá lideró las oraciones del viernes fue en el año 2012.
Este 17 de enero, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, ha pronunciado un discurso durante las oraciones del viernes en Teherán. Es el primer evento de este tipo en el que participa desde el año 2012.
El líder religioso calificó al presidente estadounidense, Donald Trump, como un "payaso" que finge apoyar al pueblo iraní pero realmente busca clavar "una daga venenosa" en su espalda.
La aparición pública del líder supremo de Irán tiene lugar en medio del aumento de la tensión provocado por el ataque lanzado por Washington en Bagdad, que acabó con la vida de 12 personas, entre ellas la del importante general iraní Qassem Soleimani.
Jameneí afirmó que "EE.UU. mostró su naturaleza terrorista" al matar a Soleimani.
En respuesta al asesinato del general, Irán lanzó un ataque con decenas de misiles balísticos contra bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses.
El ayatolá aseguró durante el sermón que los ataques con misiles de Teherán contra objetivos estadounidenses en Irak dieron una "bofetada" al país norteamericano. "El hecho de que Irán tenga el poder de darle una bofetada a una potencia mundial muestra la mano de Dios", dijo Jameneí.
Poco después del bombardeo, un Boeing 737-800 de Ukraine International Airlines, con 176 personas a bordo, se estrelló tras despegar del aeropuerto internacional de Teherán. Cuatro días después, las autoridades iraníes reconocieron que sus militares derribaron "involuntariamente" la aeronave "debido a un error humano".
El líder religioso describió el derribo del avión ucraniano como "un incidente trágico, muy triste", aseverando al mismo tiempo que los enemigos de Irán utilizaron la tragedia para tratar de debilitar a la Guardia Revolucionaria del República Islámica. Asimismo, agregó que hay que tomar medidas para evitar ese tipo de catástrofes.
Con respecto al acuerdo nuclear de 2015, el ayatolá indicó que "no se puede confiar" en el Reino Unido, Francia y Alemania, firmantes europeos del pacto, del que se retiró unilateralmente EE.UU., y afirmó que las acciones de esos países para presionar a la República Islámica no funcionarán.
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