Efectivos de las Fuerzas Armadas (FFAA) de Bolivia ingresaron este jueves a bordo de ocho buses, escoltados por tres vehículos blindados tipo tanqueta, a la región del Chapare, en el Trópico de Cochabamba, para supuestamente realizar actividades de relevo y prácticas de paracaidismo.
Según el comandante de la Novena División del Ejército, coronel Javier Espinoza Daza, se trata de un convoy con aproximadamente 300 estudiantes del Centro de Instrucción de Tropas Especiales (CITE) que llegó para realizar cursos de paracaidismo, "tal como ocurre desde hace al menos tres años" en esta zona.
No obstante, días atrás, el presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales, rechazó esta afirmación y denunció que el gobierno de facto iniciará el próximo lunes un plan para erradicar los cocales de la zona, por órdenes de EE.UU., "echando por tierra el modelo exitoso de control social ponderado por la ONU y la Unión Europea".
De igual forma, Morales advirtió este viernes que los militares se preparan para reprimir a los habitantes del trópico, uno de sus mayores bastiones políticos, ante las marchas convocadas por los cocaleros en distintas ciudades de Bolivia para el 22 de enero.
"El gobierno de facto dice que militarización del Trópico busca relevar tropas, luego que es por seguridad ciudadana, y, finalmente, para un curso de paracaidismo. No saben cómo ocultar el plan de guerra para reprimir", escribió Morales.
Tras ser consultado al respecto, el ministro de Defensa, Luis Fernando López, afirmó que el Gobierno interino no necesita el permiso de nadie para ingresar a Chapare.
"Nadie nos puede decir que tenemos que avisar, comunicar, es un atrevimiento. Nosotros no tenemos por qué pedir permiso a nadie y no lo vamos a hacer nunca. No es así, estamos simplemente cumpliendo con una labor táctica, estratégica, del final de un curso de paracaidismo, nada más", manifestó López desde La Paz.
Sin embargo, los cocaleros rechazan la presencia militar en la zona. "Siento que es un acto de provocación, insulto e intimidación (…) Llamamos a la serenidad a los hermanos de la zona del Trópico. Denunciamos que el Gobierno anda intimidando en las calles", afirmó en conferencia de prensa el dirigente cocalero, Leonardo Loza.
Para Loza, es contradictorio que el Gobierno de facto hable de paz y, a la vez, "mande tanquetas al trópico", por lo que advirtió que "si algo pasa, será de entera responsabilidad" de Jeanine Añez y su equipo.
Según el dirigente, se trata de una acción de amedrentamiento ante la proximidad del 22 de enero, día para el que se alistan movilizaciones a nivel nacional para celebrar el Día del Estado Plurinacional, y escuchar el mensaje que dará desde Argentina el presidente depuesto Evo Morales.
Desde 1985, Morales es un defensor del cultivo de coca, cuando fungió como líder sindical de cocaleros en la región del Chapare. El exmandatario protege ese rubro como parte de la identidad cultural de los indígenas aymaras.