El 18 de enero es una de las fechas más importantes relacionadas con la Gran Guerra Patria, ya que hace 77 años, en 1943, gracias a la Operación Chispa, se rompió el sitio de Leningrado.
Un año y medio antes, en julio de 1941, las tropas alemanas entraron en el territorio de la región de Leningrado (actual San Petersburgo), y a finales de agosto ocuparon la ciudad de Tosno, situada a 50 kilómetros de Leningrado.
A pesar de los esfuerzos del Ejército Rojo, el enemigo seguía estrechando el cerco alrededor de la ciudad, y el 2 de septiembre los alemanes cortaron la última vía de ferrocarril que unía Leningrado con el resto del país. Menos de una semana después, el 8 de septiembre, Leningrado ya estaba totalmente cercada, y el único hilo que la conectaba con el resto del mundo era el Camino de la Vida, que llegaba a la zona urbana a través del hielo del lago Ládoga. En Leningrado quedaban entonces más de 2,5 millones de habitantes, 400.000 de los cuales eran niños.
La ciudad pasó 872 largos días en el cerco mortal del enemigo, y según algunas estimaciones más de 1,2 millones de personas murieron a causa del hambre, el frío y los bombardeos.
Para liberar Leningrado, el mando soviético combinó los golpes simultáneos de dos frentes (el de Leningrado y el de Voljov) y durante la Operación Chispa, a costa de enormes esfuerzos, lograron expulsar al enemigo.
La Operación Chispa
Las tropas soviéticas hicieron cuatro intentos fallidos de romper el sitio. Solo en enero de 1943, cuando las principales fuerzas alemanas estaban concentradas en Stalingrado (actual Volgogrado), lo lograron gracias a la Operación Chispa.
Según una versión de la historia, durante las discusiones para escoger el nombre de la operación, el entonces líder de la Unión Soviética, Iósif Stalin, recordó los fracasos anteriores y, con la esperanza de que el quinto intento permitiera unir los dos frentes y lograr el éxito militar, dijo: "¡Que la chispa prenda fuego!".
La ofensiva comenzó en la mañana del 12 de enero y duró varios días. El buen planeamiento del ataque dio sus frutos. El 18 de enero, el Ejército Rojo, que avanzaba a lo largo de la orilla del lago Ládoga, logró abrir un corredor de 10 kilómetros de ancho que permitió restablecer el abastecimiento de la ciudad.
Y aunque todavía faltaba un año entero hasta que el sitio se levantara por completo, este evento fue un punto de inflexión en la lucha por Leningrado y en toda la Gran Guerra Patria.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, visitó este 18 de enero su ciudad natal para conmemorar este aniversario.
El mandatario depositó una ofrenda floral en el monumento de la Madre Patria, ubicado en el Cementerio Conmemorativo Piskarióvskoye, considerado el mayor conjunto de fosas comunes de la Segunda Guerra Mundial.
De camino hacia el monumento, Putin también depositó flores en una de las fosas comunes, donde yace su hermano Víctor, quien murió en la ciudad asediada a una edad temprana en el invierno de 1942. El mandatario también tuvo encuentros con veteranos de la guerra.
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