En la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada este lunes a iniciativa de Moscú, la ONG rusa Fundación para el Estudio de la Democracia ha presentado datos que demostrarían que el supuesto uso de armas químicas en la ciudad siria de Duma en abril de 2018 no fue tal.
Según el director de la Fundación, Maksim Grigóriev, los representantes de su organización han entrevistado a más de 300 residentes locales que habitan en un radio de un kilómetro en torno al edificio donde fueron encontradas las supuestas víctimas del ataque químico.
Los entrevistados afirmaron, entre otras cosas, que en el hospital local no había ingresado ninguna persona afectada por un ataque químico. "Los testimonios de estos testigos son una evidencia indiscutible de que el ataque químico en Duma fue falsificado", declaró Grigóriev.
Otra prueba presentada por la parte rusa consiste en un mensaje de video de Ian Henderson —veterano inspector de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ, por sus siglas en inglés)— en el que indica que en el momento de la publicación del informe de este organismo, en julio del 2018, había "serias dudas de que tal ataque químico ocurriera", recoge el medio.
En el mensaje, Henderson añade que los expertos de la OPAQ que estuvieron en Duma fueron apartados de la preparación del informe final y que las conclusiones en el documento "eran contradictorias o completamente opuestas a lo que el grupo descubrió durante y después del viaje" a Siria.
Además, Rusia insiste en que el bombardeo de EE.UU., Francia y Reino Unido contra Siria, lanzado una semana más tarde —en represalia por lo ocurrido en Duma—, fue lanzado sin que las evidencias hubieran sido verificadas.
¿Qué pasó en Duma?
Después de que las fuerzas gubernamentales sirias arrebataran Duma a los insurgentes, que el Gobierno de Bashar al Assad calificaba de milicianos islamistas, los Cascos Blancos denunciaron más de 40 muertes a causa de un ataque químico con "gas tóxico". Occidente responsabilizó a Al Assad del "ataque químico" y en la madrugada del 14 de abril EE.UU., Reino Unido y Francia lanzaron un ataque múltiple con misiles de crucero contra territorio sirio sin aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
En su informe final sobre el ataque del 7 de abril en Duma, publicado en marzo de 2019, la OPAQ descartó el uso de sarín, pero sí estableció que se produjo un ataque con una sustancia tóxica y que el químico utilizado "contenía cloro reactivo", tratándose, probablemente, de "cloro molecular". El organismo afirmó que el cloro reactivo "posiblemente" estaba en dos cilindros industriales y sugirió que los mismos fueron lanzados desde el aire, ya que en el techo de los edificios donde fueron hallados había aperturas que se correspondían con la forma de los recipientes.
El informe citó a "expertos" externos sin especificar sus nombres, ni entidades con las que estaban vinculados, y no incluyó datos de otra investigación de los ingenieros de la propia OPAQ que suscita más preguntas sobre las conclusiones oficiales.
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