Más de 200 desconocidos despiden a un veterano británico que temía que nadie asistiera a su funeral

Más de 200 desconocidos se congregaron el 17 de enero en la ciudad inglesa de Crawley (Sussex Occidental) para rendir homenaje y despedir al veterano británico de la Segunda Guerra Mundial Donald Puttock, que murió el 7 de diciembre a los 93 años.

El funeral tuvo lugar en un crematorio local y con toda probabilidad no habría llamado la atención de nadie de no ser por que la asociación Royal British Legion, que apoya a los militares y veteranos del país, hizo correr la voz de que el veterano estaba petrificado con la idea de que, como ya no tenía familia, nadie iba a organizar su funeral ni lamentar su muerte.

Puttock fue llamado a filas con solo 17 años en noviembre de 1943 y enviado a Normandía, Francia. Sirvió en el 12.º batallón del Real Cuerpo de Fusileros del Rey y también estuvo en Alemania, Trípoli y Palestina. Fue condecorado con la Legión de Honor, la máxima distinción militar y civil de Francia.

Su esposa murió el año pasado a los 63 años y el veterano vivía solo en la ciudad de Horsham, apoyado solo por sus vecinos. Después de su desmovilización, trabajó de ingeniero en una compañía farmacéutica durante 45 años.

Era miembro de la Royal British Legion desde 1948, y la organización se empeñó en organizarle un funeral propio de un veterano de Normandía. Según explicó a Daily Mail el representante de la organización Nigel Caplin, el funeral fue organizado con ayuda de uno de los vecinos de Puttock, y el veterano, al saber que iban a ocuparse de su entierro, se tranquilizó bastante.

La Royal British Legion difundió información sobre el funeral el 8 de enero y el pasado viernes se celebró una procesión militar completa a la que acudieron decenas de residentes locales para honrar el sacrificio de Puttock por el Reino Unido.

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