Tres ciudades chinas han sido cerradas debido a un brote del nuevo coronavirus, que ya ha dejado al menos 18 muertos e infectado a centenares de personas en el país.
Primero, las autoridades prohibieron a la población salir de Wuhan, la urbe de 11 millones de habitantes donde el pasado mes de diciembre se originó el nuevo coronavirus.
La red de transporte local, el ferrocarril y los vuelos en el aeropuerto de la ciudad han sido suspendidos.
En la estación de trenes de Wuhan, que ahora parece casi completamente vacía, se colocó un cordón policial.
"En la estación de tren de Wuhan, no noté ninguna medida de seguridad extraordinaria. Parece que solo a la salida de la plataforma hay un dispositivo que determina la temperatura elevada. Se anuncia que los residentes no deben abandonar Wuhan, la estación está cerrada", escribió en Twitter el corresponsal especial de The New York Times, Chris Buckley.
Las calles se encuentran vacías, mientras que las salidas de la ciudad están bloqueadas.
Hasta el momento se puede salir de Wuhan en automóvil, pero hay puestos de control policiales en la ciudad, donde revisan a los pasajeros y los conductores para detectar signos de enfermedad.
Dado que se desconoce cuánto durará la cuarentena, los residentes locales han empezado a abastecerse de alimentos y necesidades básicas, vaciando las tiendas y los supermercados.
En las redes sociales se han difundido videos que muestran colas enormes en los supermercados, donde algunos clientes tienen que pelear por poder hacer la compra.
La Comisión Nacional de Salud del país asiático cree que esta enfermedad, que ya ha dejado más de 600 infectados, podría mutar y propagarse, dado que se transmite a través del tracto respiratorio. Por ello, dio una serie de recomendaciones para contener el virus, incluida la desinfección y ventilación en aeropuertos, estaciones de tren y centros comerciales, precisamente en una semana en la que cientos de millones de personas viajan por el país con motivo de las vacaciones del Año Nuevo Lunar.