El canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó como "vulgares mentiras" la afirmación de la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, quien manifestó que el Gobierno del país caribeño se quedaba con 80 % de los pagos destinados a los médicos.
Rodríguez escribió en su cuenta de Twitter que esta aseveración es "otra muestra de su servilismo a EE.UU.", y le pidió que le explicara a los bolivianos que, tras el retorno forzados de colaboradores médicos cubanos, "se han dejado de realizar más de 454.440 atenciones médicas".
El ministro de Relaciones Exteriores manifestó que, tras dos meses sin atención en el área de salud por parte de la brigada médica de Cuba, 1.000 mujeres no han contado con asistencia especializada en sus partos y han dejado de practicarse 5.000 intervenciones quirúrgicas y 2.700 cirugías oftalmológicas. "No son solo cifras, son seres humanos", agregó.
Previamente, Áñez había cuestionado el profesionalismo de los trabajadores de la salud cubanos y dijo que del total de gastos por cada médico, que correspondía a 9.000 bolivianos (1.300 dólares), "80 % era desviado para financiar al castrocomunismo".
Según las cifras que presentó, 147 millones de dólares que supuestamente el Gobierno de Bolivia otorgó a la Embajada de Cuba, se pudieran haber practicado 7.355 trasplantes renales.
Salida de médicos de Bolivia
Tras el golpe de Estado contra Evo Morales, el Gobierno cubano regresó a ese país a 725 "funcionarios de cooperación" ante la la "falta de garantías a su integridad física".
Previamente, cuatro personas habían sido detenidas arbitrariamente en el país andino acusadas de financiar protestas luego de que retiraran una cantidad considerable de dinero.
Sin embargo, las autoridades cubanas lograron demostrar que esa suma estaba destinada al pago de los salarios de un centenar de trabajadores de la salud pública en Bolivia. Al demostrarse su inocencia, fueron liberados y con la intervención de la Cancillería de su país regresaron a casa.