Las autoridades de Islandia están en alerta debido a una serie de sismos registrados durante los últimos días en la península de Reykjanes, al sur de la denominada Laguna Azul. En la zona se encuentra el monte Thorbjorn, que sufrió una deformación o inflación, por lo que se teme una pronta erupción.
Esa deformación comenzó el martes 21 de enero a un ritmo "inusualmente rápido" de entre tres y cuatro milímetros diarios, detalló la Oficina Meteorológica de Islandia. Hasta el pasado lunes, ya había alcanzado los tres centímetros.
"Debemos estar preparados. Vivimos en Islandia y esta es tierra de volcanes", expresó el geofísico Magnús Tumi Gudmundsson, durante una reunión entre especialistas de la Oficina Meteorológica y del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Islandia realizada este lunes. La última erupción conocida en la península de Reykjanes fue hace casi 800 años.
De acuerdo con los registros oficiales, los mayores terremotos ocurrieron el miércoles 22 de enero, con una intensidad de 3,7 y 3,6 grados. Esos enjambres sísmicos no son extraños en la zona, pero que se produzcan en conjunto con la deformación del terreno se convirtió en motivo de preocupación y monitoreo.
Además, fue aumentada la alerta para la aviación, que fue llevada de verde a amarilla.
Posibles causas de la deformación
Según explicaron los expertos, la inflación que presenta el monte Thorbjorn podría deberse a la acumulación de magma a unos pocos kilómetros de profundidad, con un volumen estimado de un millón de metros cúbicos.
En ese caso, el panorama futuro podría ser el de un cese de la acumulación, una continuidad sin más actividad, una erupción o una actividad sísmica con terremotos de hasta seis grados.
Sin embargo, en caso de que el magma no sea el motivo de la deformación del monte, esta podría estar vinculada con la actividad tectónica, lo que ocasionaría sismos de una intensidad mayor.
"Es demasiado pronto para tratar de distinguir cuál (escenario) es el más probable", evaluó el profesor de geofísica Pall Einarsson, mientras que el inspector jefe del Departamento de Protección Civil y Manejo de Emergencias, Rognvaldur Olafsson, agregó: "Siempre tenemos que planear lo peor, así que estamos planeando una erupción, pero el escenario más probable es que este evento se detenga".