Un nuevo informe sobre los cazas F-35 revela cientos de fallas de 'software' y serios defectos en las armas
Un nuevo informe con la evaluación anual por parte de Robert Behler, director de pruebas operativas y evaluación del Departamento de Defensa de EE.UU., reveló más de 800 fallas de 'software' en el caza furtivo F-35, diseñado por la corporación estadounidense Lockheed Martin, así como defectos que impiden que sus armas alcancen sus objetivos.
El documento dejó en claro que el programa, que ha costado más de 400.000 millones de dólares hasta ahora, tiene un largo camino por recorrer antes de que los aviones estén realmente operativos.
El documento señaló que las "vulnerabilidades" de seguridad cibernética identificadas en informes anteriores no se han resuelto. El informe también citó problemas de confiabilidad, disponibilidad de aeronaves y sistemas de mantenimiento, aunque no reveló nuevas fallas importantes en las capacidades de vuelo del avión.
La larga lista de problemas que deberían resolverse incluye 13 descritos como elementos para "reparación obligatoria" que afectan la seguridad o la capacidad de combate y deben abordarse antes de que el avión pueda avanzar a su siguiente etapa. El número de deficiencias de 'software' ascendió a 873 en noviembre pasado.
"Aunque la oficina del programa está trabajando para corregir las deficiencias, todavía se están haciendo nuevos descubrimientos, lo que resulta en una disminución menor en el número total" de problemas y deja muchos importantes "por abordar", reza el informe, obtenido por Bloomberg News.
Asimismo, la evaluación reveló que las armas de 25 mm en los modelos del F-35 para la Fuerza Aérea tienen una precisión "inaceptable" para alcanzar objetivos terrestres, mientras que la versión de la Marina sí es aceptable. La oficina de pruebas también descubrió que "ninguna porción significativa" de la flota F-35 de EE.UU. "pudo alcanzar y mantener" una meta para septiembre de 2019 ordenada por el entonces secretario de Defensa, Jim Mattis: un punto de referencia conocido como la tasa de capacidad para la misión, que requiere que el avión pueda realizar al menos un tipo de misión de combate el 80 por ciento del tiempo.