Reino Unido abandona la Unión Europea y el bloque comunitario vive así uno de los cambios más drásticos en su historia. La salida británica se produce tras años de negociaciones, protestas y vaivenes. Desde el 1 de febrero empieza un periodo de transición y todavía queda mucho por resolver en cuanto a las futuras relaciones entre Bruselas y Londres.
Hasta el momento el Brexit será más simbólico que real. En la principal frontera entre el Reino Unido y la UE, entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda los ciudadanos podrán seguir desplazándose como lo hacían hasta hace unas horas. Además, Londres seguirá formando parte del mercado interior y de la unión aduanera.
Eso sí, a partir del sábado se abre una era de negociaciones para saber cómo se separa Londres de Bruselas y eso es lo que genera incertidumbre a muchos ciudadanos de ambos lados.
"Podemos perder a algunos clientes, algo que para nosotros significa que perderíamos nuestros empleos porque no se necesitarán tantos recursos humanos si perdemos algunos contratos", dice una operaria de una fábrica de dulces.
Tras el Brexit seguirán las negociaciones y habrá una nueva fecha en el calendario en la que fijarse: el 1 de enero del 2021, aunque con posibles prórrogas. Londres observará la legislación de la Unión Europea durante esta etapa de transición, aunque los 73 eurodiputados británicos que se sentaban en la Eurocámara ya no estarán presentes.
En la frontera británica con España en Gibraltar los residentes esperan con preocupación cómo afectará el Brexit a la vida de la gente. Los posibles cambios en el empleo, la libre circulación o las pensiones son solo algunos de los aspectos que aún no se han aclarado a la población local.
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