Los expertos dirigidos por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón recomendaron este viernes al Gobierno liberar en el océano Pacífico el agua radiactiva de la planta nuclear de Fukushima, destruida por el tsunami que azotó al país el 11 de marzo de 2011.
El panel de especialistas llegó a la conclusión de que esa opción sería preferible al método de evaporación del agua a la atmósfera mediante ebullición. Según el Ministerio, ambas opciones son "realistas", pero señala que verter el agua residual al océano sería una manera "más segura", informa The Japan Times.
En referencia al impacto en la salud, el Ministerio aseguró que cualquiera de los dos métodos es "bastante inofensivo". Liberar el agua radiactiva de Fukushima en el Pacífico en el transcurso de un año equivaldría a una pequeña parte de los mismos niveles de radiación a los que los humanos están expuestos de forma natural, según explicaron.
De acuerdo con los datos proporcionados, los niveles anuales de radiación cerca del potencial punto de liberación del agua se estiman entre 0,052 y 0,62 microsieverts en el mar y 1,3 microsieverts en la atmósfera, muy por debajo de los 2.100 microsieverts con los que están en contacto las personas en su vida diaria.
El agua, que ahora está mezclada con tritio radiactivo, fue utilizada para enfriar los reactores fundidos de la planta, después de que se derritieran durante el accidente nuclear. La compañía Tokyo Electric, a la que pertenece la planta nuclear, también conocida como 'Tepco', ya ha recolectado alrededor de 1,2 millones de toneladas de agua contaminada, pero se está quedando sin espacio.
Actualmente, el agua aumenta en aproximadamente 150 toneladas por día y Tepco tiene previsto quedarse sin capacidad de almacenamiento en el 2022.
Un punto de conflicto
Desde el sector pesquero local expresaron una fuerte oposición a la propuesta, pues creen que si se lleva a cabo provocará el rechazo de los consumidores, que no querrán comprar el marisco capturado en el área. En respuesta, el Ministerio pidió comprensión por parte de la población y que se dejara de divulgar información errónea que podría generar pánico indebido.
Los pescadores no son los únicos que muestran preocupación ante la posible medida. Corea del Sur aún mantiene la prohibición sobre las importaciones de marisco de la región japonesa de Fukushima impuesta después del desastre nuclear, y el año pasado exigió explicaciones a Tokio sobre cómo se trataría el agua contaminada.
Seúl también anunció que los deportistas surcoreanos que participarán en los Juegos Olímpicos en Tokio este verano llevaran sus propios detectores de radiación y su comida, debido a que algunos eventos se celebrarán a menos de 60 kilómetros de la zona afectada.