Al parecer, los efectos del cambio climático han sacudido uno de los estereotipos más comunes sobre Rusia: sus inviernos fríos y nevados. Los registros meteorológicos en el país siguen batiendo récords por sus elevadas temperaturas.
Tras un verano de incendios forestales, informes de derretimiento del permafrost y un comienzo de invierno anormalmente cálido en las regiones occidentales de la nación, este año ha comenzado con un clima que desafía todas las normas.
El lunes, medios nacionales reportaron que más de 70 ciudades rusas experimentaron el enero más caluroso en la historia de los registros meteorológicos.
Según Román Vilfand, director científico del Centro Hidrometeorológico de Rusia, la temperatura promedio de enero en Moscú batió un récord histórico, excediendo la norma en 9,2 grados centígrados. De esta manera, se convirtió en el enero más cálido desde el inicio de las observaciones meteorológicas, en 1880.
"Está claro que el clima ha caído en cascada a un nivel de temperatura diferente", comentó Vilfand a la agencia de noticias Interfax.
El experto detalló que el récord anterior para el pasado mes, establecido en 2007, era de -1,6 grados centígrados, mientras que el promedio de 2020 fue de 0 grados centígrados. Según el Centro Hidrometeorológico, solo un día, el 23 de enero, correspondió a las expectativas estándares del clima para estas fechas, mientras que tres días rompieron los récords de todos los tiempos en altas temperaturas.
Los pronósticos sugieren que febrero será considerablemente más frío que enero, pero aún anormalmente cálido en comparación con los patrones anteriores.