La Organización Mundial de la Salud, en el marco del Día Mundial del Cáncer (4 de febrero), informa que para el año 2040, el mundo podrá sufrir un incremento del 60 % en general de los casos de cáncer. El mayor aumento, estimado en un 81 %, se dará en países de bajos y medianos ingresos donde las tasas de supervivencia son las más bajas en la actualidad.
El principal motivo está relacionado con que estos países tuvieron que concentrar recursos de salud limitados para combatir enfermedades infecciosas y mejorar la salud materna e infantil, descuidando la prevención, el diagnóstico y tratamiento del cáncer. Como muestra comparativa sirve destacar que en 2019, más del 90 % de los países de altos ingresos presentaron un sistema de salud pública disponible para tratar integralmente el cáncer, mientras que solo el 15 % de las naciones con bajos ingresos tuvo esa capacidad.
El Dr. Ren Minghui, Subdirector General de Cobertura Universal de Salud, Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles, de la OMS dice que "se trata de una llamada de advertencia para que todos luchemos contra las desigualdades inaceptables entre los servicios relacionados con el cáncer en los países ricos y en los pobres". Minghui también aclaró que "cuando la gente tiene acceso a una atención primaria y a sistemas de referencia, es posible detectar el cáncer a tiempo, tratarlo adecuadamente y curar al paciente. El cáncer no debería ser una sentencia de muerte para nadie, en ningún lugar del mundo".
Cómo mejorar el control del cáncer
Este 4 de febrero, la OMS junto a la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), han publicado dos informes coordinados respondiendo a las solicitudes de los gobiernos para que se investigue más el alcance y las posibles políticas y programas para mejorar el control de la enfermedad. La inversión necesaria sería de unos 25.000 millones de dólares.
Elisabete Weiderpass, directora de la IARC, declaró que los países de altos ingresos redujeron un 20 % la mortalidad del cáncer entre 2000 y 2015 gracias a un mejor tratamiento de la enfermedad. Pero en los países más pobres, la reducción fue solo del 5 %.
El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que "en la próxima década podrían salvarse al menos siete millones de vidas si se definen los métodos más adecuados para estudiar la situación de cada país, se integran las acciones contra el cáncer en la cobertura sanitaria universal y se moviliza a las diferentes partes interesadas para que trabajen juntas".
La OMS destaca varias intervenciones comprobadas para prevenir nuevos casos de cáncer, como pueden ser controlar el consumo de tabaco (responsable del 25% de las muertes por cáncer), vacunar contra la hepatitis B para prevenir el cáncer de hígado, eliminar el cáncer de cuello uterino vacunando contra el VPH, realizar pruebas y tratamientos, implementar intervenciones para manejar el cáncer de alto impacto, que tengan al mismo tiempo una buena relación calidad-precio, y finalmente garantizar el acceso a cuidados paliativos, incluido el alivio del dolor.
La dificultad estará en la limitación que supone para los países seleccionar tratamientos en función de diferentes criterios, como su costo, viabilidad y eficacia. Los gobiernos tendrán que elegir las terapias innovadoras contra el cáncer que necesiten, sin olvidar que los tratamientos actuales, muchos de ellos eficaces y asequibles, pueden beneficiar la lucha contra el cáncer sin necesidad de grandes sacrificios financieros.