El presidente argentino, Alberto Fernández, visitó este martes al mandatario español, Pedro Sánchez, y sostuvieron un diálogo informal en el Palacio de la Moncloa, ubicado en Madrid, como parte de la gira que el líder peronista está realizando en Europa para sumar apoyos en la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A pesar de que no hubo un pronunciamiento oficial luego del encuentro, porque no se trató de una reunión protocolar, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores sudamericano le confirman a este medio que Sánchez también apoyará el pedido del Gobierno argentino ante el FMI. De hecho, en esa Cancillería están "muy satisfechos" tras la conversación producida entre ambos jefes de Estado.
Por su parte, el propio Fernández expresó sus sensaciones por las palabras intercambiadas con el referente socialista, a quien definió como "un gran amigo". Sin mayores detalles, el dirigente sudamericano publicó en Twitter que el español "ofreció su sincero apoyo para que la Argentina pueda salir adelante y ponerse de pie".
"Tener buenos vínculos con todos los países"
Con ese marco, un vocero de la cartera ya citada le agrega a RT que "el principal objetivo de la gira es obtener apoyos en la propuesta para el Fondo", y por ahora lo están consiguiendo. Hasta el momento, Fernández y su equipo también visitaron al papa Francisco —de origen argentino—; al primer ministro de Italia, Giuseppe Conte; y la canciller alemana, Angela Merkel, quienes ya manifestaron que respaldarán la postura de Buenos Aires.
Si bien es cierto que el Vaticano no tiene participación directa en la mesa chica del FMI, consideran posible que el máximo exponente de la Iglesia Católica ejerza algún tipo de influencia para ayudar a sus compatriotas, aunque no se brindaron precisiones al respecto. Por lo pronto, haber conseguido el acompañamiento de Alemania, la principal potencia de la Unión Europea (UE), puede interpretarse como un logro diplomático.
En ese marco, Fernández finalizará su fugaz gira europea este miércoles para encontrarse con Emmanuel Macron al mediodía (horario de Francia) en el Palacio del Elíseo, la sede presidencial. Tendrá la misma misión: inclinar la balanza del Fondo y que Argentina tenga más peso para negociar.
Así, al momento de explicar las metas en las relaciones multilaterales, desde Cancillería acotan: "Queremos romper el estereotipo del peronismo como un partido radicalizado que nos iba a aislar del mundo en general, y de Occidente en particular". Al mismo tiempo, comentan que su idea "es tener buenos vínculos con todos los países".
La posición de Argentina
El Gobierno de Fernández, que apenas transita su segundo mes de mandato, plantea que el organismo de crédito internacional, y los países que lo componen, le permitan retrasar los pagos de la deuda hasta fines del 2023. En efecto, todas las fichas de la nueva Administración se apuestan en intentar alivianar los asfixiantes compromisos financieros, y recomponer la economía.
Por lo pronto, Buenos Aires debería afrontar los pagos al Fondo a partir del 2021, pero la situación es delicada: las escasas reservas en dólares del Banco Central no alcanzan, la moneda nacional continúa devaluándose y la recesión persiste.
Con ese contexto adverso, la actual Administración le hará frente al préstamo acordado entre el FMI y el Gobierno de Mauricio Macri por un monto total de 57.000 millones de dólares, de los cuales ya se recibieron 44.000 millones, sumado a los intereses. Así, la nación del Cono Sur se convirtió en el país más endeudado con ese organismo crediticio.
En medio de la urgencia financiera, el actual presidente ya dijo varias veces que tiene la intención de pagar la deuda, pero plantea que primero le permitan a su país salir de la crisis, para luego cumplir con los acreedores en mejores condiciones.
Leandro Lutzky
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