Agricultores ocupan una represa en México para evitar la entrega de agua a EE.UU.

El presidente latinoamericano Andrés Manuel López Obrador ya aseguró que respetará el Tratado de Aguas Internacionales, pero los granjeros de Chihuahua temen que haya escasez.

La tensión en el estado de Chihuahua, al norte de México, está en aumento luego de que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, afirmara públicamente que su país cumplirá con la entrega de agua a EE.UU., según lo pactado en el Tratado Internacional de Agua en 1944: "No lo vamos a dejar de hacer, porque no queremos un conflicto internacional. Los acuerdos se cumplen", sostuvo el mandatario este miércoles. 

En los últimos días, se produjeron algunos enfrentamientos entre agricultores de las comunidades de Camargo, La Cruz, Delicias y San Francisco de Conchos, y efectivos de la Guardia Nacional, enviados para resguardar la represa La Boquilla.

En efecto, los granjeros querían evitar que las autoridades abran las compuertas, al considerar que hay escasez del recurso hídrico en la zona. Así, esos residentes ingresaron al establecimiento para asegurarse que no haya trasvase e hicieron retroceder a las fuerzas de seguridad. Con ese marco, el conflicto persiste. 

Por su parte, desde el Gobierno de Chihuahua, a cargo de Javier Corral Jurado, sostuvieron que México debería garantizar el agua para los trabajadores del estado fronterizo como prioridad, y luego, cuando las lluvias llenen la presa, cumplir con el tratado. En esa línea, el gobernador dijo que pedirá explicaciones por la tensión generada entre la Guardia Nacional y los agricultores, afirmando que defenderá los intereses de aquellos granjeros. 

Al mismo tiempo, en la noche del miércoles anunció que llegó a un acuerdo con las autoridades federales: "Por ningún motivo se abren las presas antes del ciclo agrícola". Al respecto, destacó que el 12 febrero se reanudará la Mesa Técnica para acordar de qué forma se completará la entrega de agua a EE.UU. 

López Obrador dice que el reclamo es por "politiquería"

Los ríos implicados en el altercado norteamericano son el Bravo y el Colorado. Sin embargo, el mandatario mexicano sostuvo desde el Palacio Nacional que los técnicos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) señalan que no habría sequía: "Me dicen que sí tenemos el agua necesaria". Caso contrario, prometió que pediría "una prórroga" a Washington. En otras palabras, opinó que los reclamos actuales responden a "politiquería" de dirigentes locales. 

En el pacto firmado por ambas naciones, México y EE.UU. se comprometen a permitir los flujos fronterizos de agua. Por eso, el país gobernado por López Obrador debería entregar al territorio vecino cerca de 2.000 millones de metros cúbicos cada cinco años. En octubre finalizará el plazo vigente, que se cuenta desde 2015, y para ese entonces debería trasladarse un total de 590 millones de metros cúbicos pendientes.