El almirante de la Marina estadounidense y jefe del Comando Sur, Craig S. Faller, ha redactado una declaración para el Comité de Servicios Armados del Senado de los EE.UU. sobre las amenazas globales que, a juicio de esta institución, se ciernen sobre el hemisferio occidental y sus "valores democráticos".
A lo largo de sus 16 páginas, este documento desglosa los factores amenazantes percibidos en varias tipologías (actores estatales externos, organizaciones extremistas violentas y organizaciones criminales transnacionales) y detalla a continuación cuál es el papel de las fuerzas armadas del país frente a cada uno de estos problemas, en virtud de la Estrategia Nacional de Defensa (NDS, por sus siglas en Inglés).
El escenario global que presenta este alto mando militar estadounidense en este singular informe consiste en un mundo, ubicado en el hemisferio occidental del planeta (al que se refieren varias veces como "nuestro vecindario" e incluso como "nuestro propio hemisferio"), en el que reinan la paz y la seguridad, gracias al "esfuerzo continuado" de los EE.UU. y sus aliados, que combaten problemas tan graves y acuciantes como "las crisis migratorias, el influjo de las drogas letales y la presencia creciente de actores malignos", de los cuales no son en absoluto responsables.
Rusia, China, Venezuela y Cuba: los sospechosos habituales
En esta particular representación del mundo, los responsables de esas "amenazas a nuestro vecindario" –hay un epígrafe del informe que se llama precisamente así– están más bien en el otro hemisferio, y son principalmente Rusia y China. Pero afortunadamente los guardianes de la paz occidental tienen una firme estrategia de contención contra estos países y otros "actores estatales malignos", tal como los llama el autor del escrito: "Ante los asaltos de la República Popular China y de Rusia a las normas internacionales, el compromiso con nuestros valores compartidos es más importante que nunca", asegura el Almirante Faller, sin detallar en ningún caso cuáles serían esas supuestas infracciones del reglamento internacional.
Cabe señalar aquí, por cierto, que este tipo de sobreentendidos son, junto a otras muchas conjeturas, la materia prima con la que el autor de la declaración construye su discurso. En esta línea, son frecuentes las afirmaciones como esta: "Cuba, Rusia y la República Popular de China recopilan inteligencia contra Estados Unidos y buscan socavar las iniciativas estadounidenses en toda la región [latinoamericana]", sin aportar en ningún momento ejemplos verificables que ayuden a sostenerla.
El almirante Faller también señala a Venezuela –en concreto a "Maduro y sus compinches"– como "una de las más directas amenazas a la paz y a la seguridad en el Hemisferio Occidental", y asegura que el país se encuentra "envalentonado por la protección y el patrocinio ruso, chino, iraní y cubano". Su texto alcanza otro momento álgido en su hostilidad cuando define a Cuba como "un exportador de ideología maligna".
Proyección y paranoia
La propia estructura del discurso refleja con claridad lo que podría considerarse ya una característica congénita de la política exterior estadounidense: es sobre todo una enumeración de enemigos y amenazas a temer, una plétora de denuncias y acusaciones que, escuchadas por un psicoanalista, recibirían el rápido diagnóstico de una proyección psicológica en toda regla: EE.UU. atribuye a sus "competidores" orientales todo tipo de injerencias en el Cono Sur, despliegues geoestratégicos agresivos, veladas amenazas militares e intentos de influencia cultural. Algo que, para los EE.UU. debe parecerse más a ponerse frente a un espejo que a cualquier intento de análisis geopolítico.
En cuanto al tono, el cariz paranoico de algunas afirmaciones recogidas en el documento genera imágenes distópicas: su autor llega a indicar que los "ciudadanos que viven en democracias del Hemisferio Occidental podrían tener toda su identidad digital bajo la vigilancia del partido comunista chino".
El éxito de RT en Español y su interpretación
Es a esta profundidad de análisis donde aparece la honrosa mención que el comunicado hace a Rusia y este canal de noticias en concreto, y que señala, con total acierto, que "los videos publicados en RT en Español en las redes sociales en 2019 recibieron más visitas que cualquier otra fuente de noticias en español". Efectivamente, ese fue un éxito con el que RT en Español coronó su primera década en activo. Sin embargo, la interpretación que le dan a este logro no es tan amable como su mero reconocimiento.
Para el almirante Faller, este éxito se traduce en que "Rusia se entromete en los asuntos regionales [de Latinoamérica] difundiendo información falsa en sus plataformas mediáticas y participando en actividades cibernéticas maliciosas".
Por supuesto, como viene siendo largamente habitual, no se aporta prueba alguna ni se hace el más mínimo esfuerzo por cimentar o explicar los fundamentos de esta acusación de difundir "información falsa": simple y llanamente se afirma, y se le atribuye así al Gobierno ruso la intención de "sembrar la discordia y el descrédito a los EE.UU. dentro de su propio hemisferio". Una vez más, no se mencionan las supuestas acciones concretas impulsadas desde el Kremlin en pos de tan maléfico objetivo.
Tampoco se plantea el jefe del Comando Sur los motivos reales y comprobados por los que los videos de RT en Español acumulan a día de hoy más visitas que ningún otro medio de habla hispana. A pesar de que los propios espectadores ya han admitido que su principal motivación para seguir a este canal es la obtención de "una perspectiva diferente sobre los acontecimientos mundiales", el almirante Faller se limita a observar que "la capacidad de Rusia para diseminar desinformación es considerable", en lo que constituye una sorprendente escasez de ambición analítica por su parte y, paradójicamente, un penoso acto de desinformación.
Presupuestos "estables y previsibles"
Hacia el final de la declaración, y ante estas preocupaciones, el autor del texto se dirige directamente al Congreso de los EE.UU. para demandarles su apoyo en varios ámbitos, incluido el financiero.
"Necesitamos herramientas que nos permitan mantener nuestra ventaja competitiva: presencia persistente y compromiso", asegura.
Más en concreto, el documento expone que "la confianza en unos presupuestos estables y predecibles asegurará a nuestras naciones amigas que somos socios de seguridad fiables". "No hay mejor retorno en la inversión que ese", asegura el informe.
David Romero
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!